Tres grandes incendios de pastizales siguen registrándose en varias zonas del delta del Río de la Plata, a la altura de las ciudades bonaerenses de Zárate y Baradero, y de la entrerriana Villa Lechiguana, y la humareda llegaba hasta la zona metropolitana, donde hoy se percibe un fuerte olor. A la habitual contaminación del aire porteño, hay que agregarle una nube de humo que hace que Buenos Aires huela a chamuscado.
Los Bomberos de Zárate combaten los incendios junto a la Prefectura Naval y la Policía Bonaernse. Utilizan helicópteros debido a la inaccesibilidad de la amplia región donde se registraban las quemas de pastos.
El jefe de bomberos de Zárate, Claudio García, indicó que se trabajaba en la región desde hace dos días en tres grandes focos de fuego. Uno de los focos se registraba en la isla Talavera, en el pasaje Talavera y el Río Paraná Guazú, y abarcaba unos cuatro mil metros cuadrados, adonde era imposible llegar por tierra, por lo que debían utilizarse helicópteros hidrantes.
El otro centro de incendio se producía en la ciudad de Baradero, en la zona que está delimitada por el Paraná de las Palmas entre los kilómetros 140 a 160, también en la provincia de Buenos Aires.
El tercer foco se localizaba frente a Baradero, en la ciudad entrerriana de Villa Lechiguana, y abarcaba un área de diez kilómetros.
García puntualizó que esos incendios provocaban una gran cantidad de humo que llegaba por el viento hasta la Capital Federal.
Vecinos de distintos barrios porteños seguían sufriendo esta mañana los efectos del humo que no sólo afectaba la visibilidad sino que también generaba un desagradable olor.
El jefe de bomberos aclaró que las quemas de pastizales se realizan en ocasiones voluntariamente para quemar pasturas o cambiarlas para la siembra, o que también son originadas por cazadores furtivos, pero la justicia investigaba la verdadera causa.
En todos los casos, indicó García, el incendio de pastos está prohibido y penado por la ley.
