Con más de siete mil evacuados correntinos desde hace un mes por la crecida del Paraná y daños millonarios, la emergencia hídrica del Litoral y los riesgos de las inundaciones hacen emerger una demanda de protección: el seguro contra inundaciones.
En el país no existen. Se ofrece únicamente como un beneficio limitado dentro de pólizas contra otras catástrofes, aunque los datos son taxativos. “Argentina es un país especial: no hay seguros contra inundaciones y existe la demanda”, explica Jens Mehlhorn, el jefe de aseguramiento de América Latina de Swiss Re, empresa reaseguradora suiza que busca instalarlos.
Actualmente hay aún 278 familias afectadas por las lluvias tucumanas. Hasta el viernes, eran 700 evacuados en Santa Fe y cinco mil en Formosa por la crecida del Paraná y el Salado. Y los daños, estiman las aseguradoras, superan los mil millones de pesos.
En ese contexto, con una oferta que se extiende a casas, autos y bienes patrimoniales, explican, el costo es relativamente bajo. “Un seguro contra inundaciones sería menos costoso que el de una vivienda”, sostiene Mehlhorn. La póliza por hogar de 120 metros cuadrados suma alrededor de $ 400 mensuales, explica una aseguradora local.
Los límites están en el riesgo. En zonas cercanas a grandes ríos y urbanizaciones con sistemas hídricos disfuncionales, las tarifas serían más altas. “A riesgo alto, mayor es el costo económico”, explica Mehlhorn. Sin embargo, sin inversión por parte del Estado, y la infraestructura necesaria, como por ejemplo los sistemas de desagote, para el empresario pagar un seguro en este tipo de zonas será “un costo que no tiene sentido”, admite. Allí, tendrían más sentido las inversiones en protecciones que reduzcan el riesgo para poder asegurar.
En el mundo. El seguro contra inundaciones es un hecho en varios países. En Alemania, por ejemplo, lo ofrecen adicionalmente a la cobertura contra terremotos e incendios, como en el caso de Chile, Colombia y Perú.
El caso de Brasil es el que más se asemeja a Argentina, siendo el único otro país de América Latina que no ofrece el servicio.
Sea como sea, en un contexto donde la necesidad es evidente, los seguros contra inundaciones se acercan cada vez más a la realidad. “Todo lo necesario para implementarlo ya existe: no hay obstáculos. Todas las grandes aseguradoras están interesadas”, finaliza Mehlhorn.