La violencia de género es actualmente uno de los fenómenos sociales más problemáticos y una de las formas más frecuentes de violencia en nuestra sociedad. Si bien son bastantes los aspectos que se conocen sobre este problema en la edad adulta, la información es todavía muy incipiente en lo que se refiere a las agresiones que tienen lugar en parejas de adolescentes.
La violencia durante el noviazgo es conocida a nivel mundial como "dating violence" y, según Health Canada, se define como "todo ataque intencional de tipo sexual, físico o psíquico, de un miembro de la pareja contra el otro en una relación de pareja integrada por jóvenes o adolescentes”.
Las estadísticas confirman que las principales víctimas de violencia de género son las mujeres, por eso casos como el de Nahir Galarza llaman tanto la atención de los medios, y reavivan el interrogante acerca de los noviazgos conflictivos y vínculos violentos entre jóvenes.
Según un informe difundido por la Organización Mundial de la Salud, tres de cada diez adolescentes sufren violencia durante el noviazgo.
Según los especialistas, es importante tener en cuenta cuáles son las señales de alerta y observar a nuestros jóvenes, si tienen o no marcas en sus cuerpos, si están o no muy pendientes del celular, si consultan o no todas sus salidas con sus parejas, si pasan más tiempo fuera de casa con sus parejas que adentro (de modo tal que puedan esconder las señales) y más. “No existe un perfil único de persona maltratada. Sí existen ciertas características o conductas que suelen manifestarse como un denominador común a todas ellas. Son personas que por ejemplo, de a poco, se aíslan y comienzan a cerrar cada vez más sus círculos sociales. Incluso, suelen presentar baja autoestima, sensaciones de culpa, trastornos de ansiedad, depresión y temor. Se trata de personas sumisas que obedecen a lo que les dicen y no lo cuestionan”, afirma la Licenciada Adriana Gallo, psicóloga especialista en Niñez y Adolescencia (Matricula N° 40971 . M.P 73881).
Además, la profesional agrega: “La mayor parte de las personas maltratadas no se identifican como tales y comienzan un proceso de negación de la situación, lo que hace que persistan dentro de estas relaciones violentas. A esto se le suman otros factores como la baja autoestima, la culpa, la minimización de situaciones violentas y otras que realimentan constantemente el círculo tóxico y vicioso”.
Según un informe difundido por la Organización Mundial de la Salud, tres de cada diez adolescentes sufren violencia durante el noviazgo. Pero, ¿Cómo podemos prevenir que los jóvenes lleguen a tener este tipo de vínculos? Para Gallo, "la prevención debe comenzar en la edad temprana, fortaleciendo la autoestima del niño y brindándole la confianza necesaria para que pueda comunicar todo aquello que le sucede y para que pueda hablar sin sentirse juzgado.” A su vez, es importante que tanto padres como instituciones educativas le brinden a los jóvenes información al respecto y que les muestren que las actitudes violentas no deben naturalizarse.
Cuando nos encontramos frente a un caso de violencia en el marco de un noviazgo adolescente es importante saber cómo proceder. La psicóloga Naya Rivero (M. N° 66308), explica: “Suelo atender casos de noviazgos violentos en la adolescencia y son más frecuentes de lo que uno cree. Lo ideal es no juzgar estas relaciones y no culpabilizar a ninguna de las personas involucradas. Lo que se debe hacer es dar cuenta de que se trata de una relación violenta o tóxica y entender que para los miembros de esta relación es muy difícil salir. Incluso, porque para ellos mismos es difícil comprender que deben terminar con ese vínculo.”.
Además, agrega “A veces necesitan de mucha ayuda para avanzar. El primer paso siempre es hablar y escuchar sin culpabilizar y sin dar directivas. Debemos hacerles dar cuenta que existen otros tipos de relaciones para que ellos no naturalicen estos modos de tratarse. Es importante que padres y amigos no juzguen y culpabilicen sino, más bien, que puedan ponerse en el lugar del otro para poder ayudar”. En este sentido, Gallo afirma: “Generalmente, la persona que está siendo víctima del maltrato lo sufre en silencio porque ‘se cree merecedora del mismo’ y es ese sentimiento de culpabilidad lo que hace que fracase en pedir ayuda”. Es por eso que observar las actitudes de nuestros hijos se convierte en una herramienta fundamental para poder ofrecerles ayuda a tiempo.
Si sos víctima de violencia de género podés pedir ayuda en los siguientes lugares:
- Oficina de Violencia Doméstica de La Corte Suprema -43704600 int 4510
- Línea del Programa de las Víctimas contra la Violencia del Ministerio de Justicia de la Nación - número 137
- Línea Contra la Violencia de Género - número 144
- Programa “Hablemos de Todo” perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social de la Presidencia de La Nación – [email protected]