SOCIEDAD
las usan 50 mil personas

Con polémica, crecen las apps para pedir taxis

Permiten solicitar autos sin hacer una llamada. Las empresas de radiotaxis cuestionan su legalidad.

Utilidad. Al confirmar el pedido, la aplicación proporciona al instante los datos del chofer en camino.
| ABBALLAY

A veces, conseguir un taxi un sábado a la noche, a la salida de un teatro o un restaurante, puede convertirse en misión imposible. A la idea de esperar en soledad, sin carteles de “libre” titilando en rojo a la vista, se antepone la idea de llamar un radiotaxi.

Pero ahora, también, las opciones se amplían. Los smartphones permiten descargar aplicaciones para geolocalizar taxis que se encuentren en un radio cercano, conocer quién es el taxista que toma el pedido online, y llegar finalmente a destino.

Usarla es fácil. Cuando se baja la aplicación, se crea un usuario con una clave, y el mismo GPS del teléfono reconoce la dirección donde se está. Una vez que localiza taxistas en la zona, aparecen en el mapa, y en cuanto uno de ellos acepte el viaje, al pasajero le aparece foto, nombre y apellido, modelo de auto y patente del taxista que lo irá a buscar.

Easy Taxi es una de estas aplicaciones, que llegó al país hace un año y medio, y ya cuenta con más de 50 mil descargas.

Además, unos 3 mil taxistas la utilizan para conseguir viajes. La aplicación está presente en 26 países del mundo, pero en Argentina operan desde 2012 en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario, Córdoba y próximamente también en Tucumán. Sólo en Buenos Aires encontraron resistencia por parte de las empresas de radiotaxis, que se resisten a aceptar la nueva “competencia”, por considerar que están fuera de la ley.

“En realidad no es que compite con los radiotaxis, sino que está en contra de la ley. Porque para solicitar un auto hay que abonar seis fichas, y este sistema lo obvia. Nosotros, como transporte público, tenemos que tener tarifa uniforme y ellos ofrecen otras cosas que bajan esa tarifa, como descuentos si hacés determinada cantidad de viajes”, dice Jorge Celia, presidente de la Sociedad de Propietarios de Automóviles con Taxímetro (SPAT).

Para ellos, la aplicación en sí no representa el problema, sino que atenta contra los puestos de trabajo dentro de las centrales de radiotaxi. “Las empresas quieren trabajar en su propia aplicación. Pero queremos que se ajuste a la ley”, dicen.

Hubo un caso anterior, de una empresa (Safer Taxi) que debió asociarse a una central de radio, perdiendo la esencia de la aplicación.

“Se puede interpretar que somos parecidos a una radio, pero no somos eso, porque no tenemos una central que envíe al taxista. Nosotros hacemos comunicación directa entre pasajero y taxistas”, dice Juan Valenzuela, Comunity Manager de Easy Taxi. Ellos se quejan porque de las 130 ciudades en el mundo donde están presentes sólo en Buenos Aires tuvieron este tipo de problemas legales.

Lo cierto es que desde que desembarcaron en el país ya sumaron miles de descargas, entre usuarios y taxistas, lo que da cuenta de un grado de aceptación importante. La empresa empezó a funcionar en Brasil en 2011 y luego se extendió a otras grandes ciudades de países como México y Argentina.

Para el usuario, la facilidad está en encontrar un taxi viéndolo en el mapa en tiempo real; para el taxista, en contar con los datos del pasajero y la ubicación exacta desde donde lo está pidiendo, con la posibilidad de que le avisen si se cancela, para no llegar a un destino y que no haya nadie.

“La aplicación verifica que el número exista, y si te arrepentís le llega al instante la cancelación. Saben qué persona va a subir, dónde están, si aceptan un viaje es porque están cerca, y así reduce el tiempo de estar sin pasajeros. Se suma un canal a la radio y a la calle. Acá si lo acepta ves en tiempo real dónde está el taxista”, agrega Valenzuela.

Controversia en la Ciudad

En CABA, las aplicaciones de taxis encontraron resistencia por parte de las asociaciones de radiotaxis, que ven allí amenazadas sus fuentes de trabajo, ya que, por ejemplo, las aplicaciones no cobran las seis fichas que se les exige cobrar a los radiotaxis por ley.

En ese contexto, el Gobierno de la Ciudad hizo que una de las aplicaciones (Safer Taxi), se uniera a una central de radio ya existente, mientras que Easy Taxi se negó, por lo que ahora se encuentran en un enfrentamiento judicial. Desde la empresa insisten con que la legislación vigente sólo hace referencia a los radiotaxis, por lo que no es aplicable para ellos y no pueden obligarlos a no operar. En tanto, desde el área de Tránsito porteño planean aplicar sanciones e inhabilitar el uso del servicio.