Horacio Conzi tiene un pie afuera de la cárcel. Luego de pasar cerca de 12 años en el penal de Campana, el empresario gastronómico sentenciado a 24 años y nueve meses de prisión por el crimen de Marcos Schenone podría recuperar su libertad beneficiado por la Ley de Estímulo. Es que su condición de “preso ejemplar” le permitiría dejar la cárcel en las próximas dos semanas, cuatro meses antes de cumplir la mitad de su condena.
En el escrito –al que tuvo acceso PERFIL–, la jueza de Ejecución Penal de San Isidro Victoria Elías García Maañón resolvió “hacer lugar a la aplicación del estímulo educativo”. Pero para ordenar su libertad transitoria, la magistrada le pidió a la Asesoría Pericial que elabore una “pericia psicológica-psiquiátrica”, un informe que estaría listo entre miércoles y jueves próximos.
Según explicó a PERFIL Diego Storto, abogado defensor del empresario, es probable que el primer régimen de salidas “sea de 12 horas, aunque con el tiempo podrá estar 24 y hasta 72 horas fuera de la unidad”. ¿Qué hará el empresario en el futuro? “Quiere encargarse de la contaduría de su restorán, pero eso se analizará cuando obtenga el beneficio de las salidas laborales”, adelanta.
Todoterreno. En la cárcel, el empresario se convirtió en un verdadero “marido perfecto”. Aprendió el oficio de enfermero, albañil, jardinero, pintor y carpintero. También adquirió conocimientos de apicultura, plomería, electricidad y panadería, y hasta realizó una capacitación como bombero, que le sirvió para controlar un principio de incendio (ver aparte).
Desde que ingresó al penal de Campana, en mayo de 2003, Conzi lleva un pormenorizado registro de todo lo que hizo. Dice que trabajó sin interrupción “durante 11 años y medio”.
En junio de 2003 realizó tareas de administración y control de expedientes médicos de los internos. Al año siguiente se capacitó como ayudante de enfermería “dando inyecciones, tomando la presión y haciendo curaciones”. Mientras trabajaba en el sector de sanidad, recuerda que también realizó tareas de jardinería.
A fines de 2005 y hasta mediados de 2006 pasó a trabajar en el sector de vigilancia y tratamiento. Allí controló a más de 300 trabajadores de la unidad, extendiéndoles sus carnets con fotos y datos personales para que pudieran circular por la unidad y ser identificados por las autoridades. Luego pasó al sector de visitas, donde llevó un control de los 800 internos que recibían a familiares y amigos. “Simultáneamente –asegura– me capacité en tareas de albañilería y pintura, habiendo construido la pared divisoria del sector de vigilancia”.
Desde 2007 hasta 2009 afirma que trabajó como “procurador del penal”, aunque aclara que en ese entonces no existía esa función. “Fue así que realicé escritos para todos los internos que necesitaban comparecer, confeccionando solicitudes de transitorias, laborales, asistidas, etc.”, afirma Conzi.
También destaca que en 2007 realizó estudios con libros catedráticos de las obras de arte del Renacimiento. “Eso me permitió descubrir imágenes secretas ocultas en las obras originales”, cuenta. En junio de 2008, e influenciado por su hermano Hugo, se capacitó en alimentación y nutrición vegetariana. “En diez meses reduje mi peso de 104 kilos a 73”, explica, y cuenta que el curso lo realizó con libros que le acercó su familia. Durante ese período realizó talleres de apicultura, plomería, electricidad y panificación. Más adelante participó de una especialización en yoga y técnicas respiratorias, integró una charla sobre prevención de HIV y se capacitó en carpintería. “El curso de yoga me sirvió para dominar el deseo de comer”, dice. En la actualidad aprende braille, dicta clases sobre alimentación vegetariana, participa de un curso de mecánica y estudia el cuarto año escolar.
Otro golpe a la familia
En abril de 2014, cuando la condena contra Horacio Conzi fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la familia de Marcos Schenone festejó la decisión. “Por fin se hizo justicia. Ahora Marcos va a poder descansar en paz. Le ganamos”, aseguró Elsa Schenone.
Casi diez meses después, la familia del joven asesinado en 2003 vuelve a recibir una noticia que ningún padre que perdió a su hijo espera que llegue: enterarse que el asesino iniciará el proceso de salidas transitorias que en poco tiempo lo convertirá en una persona libre.
PERFIL intentó comunicarse con los familiares del joven para conocer su postura ante la decisión de la jueza Victoria Elías García Maañón, pero no se pudo contactar.