“Hay varias promos –asegura la representante de un centro de cirugía plástica ubicado en pleno centro porteño–. Si venís con una amiga, te hacemos un 40% de descuento en tu operación. Durante abril, hacemos un treinta en prótesis mamarias. Además, si te hacés dos cirugías, tenés 40% off en la segunda. Por ejemplo, si te hacés mamas y nariz, pagás casi la mitad”.
Este es sólo un ejemplo de la amplia variedad de ofertas que centros de estética y cirujanos plásticos ofrecen a través de sus webs y hasta en los más conocidos sitios de descuentos a sus clientas para “tentarlas” a entrar al quirófano. Sin embargo, los especialistas alertan sobre esta tendencia de outlets de cirugías estéticas y los riesgos de las intervenciones 2 x1.
Super promo. La representante del centro de estética anteriormente mencionado explica que, en el caso de una persona que se realiza dos operaciones, el descuento se logra gracias a la amortización de la anestesia.
Siguiendo la misma línea, un conocido sitio de descuentos publica: “400 pesos por un 50% de descuento en una cirugía de aumento mamario” en un centro de estética porteño.
El mismo, en su página web, ofrece “dos zonas de lipo sin cargo” y “la cotización de tu cirugía por mail completando un sencillo formulario”.
Un representante de la empresa aseguró a PERFIL que los descuentos se hacen “sobre los honorarios de los cirujanos”, es decir que no se baja la calidad de la cirugía ni de los materiales empleados.
En otro centro de estética, publican la siguiente promoción: “Aumentos mamarios, todo incluido, a 16 mil y a 18 mil pesos (depende de la marca de la prótesis), sumale lipoescultura láser de los flotadores o del pantalón de montar con bananita subglutea por sólo tres mil pesos”.
PERFIL se comunicó con este centro y uno de sus representantes aseguró que “estas promociones las tenemos ahora porque es temporada baja, el mes que viene aumentamos”. La misma persona explicó la metodología de trabajo que utilizan con los pacientes: “Atendemos en un consultorio privado y operamos en una clínica, que la conocés el día que te operás”.
Alerta. Sin embargo, el cirujano José Nociti, miembro titular senior consulto de la Sociedad de Buenos Aires de Cirugía Plástica, cuestiona la irresponsabilidad de quienes ofrecen estos descuentos. “Realizar más de una cirugía en un mismo acto quirúrgico aumenta las probabilidades de complicaciones.
Además, esto implica más tiempo de quirófano para el paciente, situación que también implica mayor riesgo. Estas decisiones responden a cuestiones comerciales, no médicas”, afirma Nociti, también titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica y miembro activo de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (Isaps).
Por su parte, el doctor Ricardo Torres, presidente electo de la Asociación Argentina de Cirugía, se manifiesta en total desacuerdo con ese tipo de promociones. “El trabajo médico no es un trabajo común, está en juego la vida de las personas. Sin duda, da la sensación de que están haciendo un manejo empresarial de la medicina, lo que resulta extremadamente peligroso”.
Nociti coincide: “No es serio ofrecer cirugías a cierto precio para todas las personas. Antes de una intervención, son necesarias las evaluaciones médicas y psicológicas del paciente. Cada caso es distinto y va a requerir una atención clínica distinta”.
Todos los referentes consultados por este diario coinciden en que es importante chequear que el lugar donde se desarrolle la operación cuente con unidad de terapia intensiva y unidad coronaria, por si ocurre una emergencia.
Además, los especialistas recomiendan llamar a la Sociedad de Buenos Aires de Cirugía Plástica o a la regional de cada provincia y consultar si el profesional con quien va a tratarse es miembro.
Esto implica que el cirujano está actualizado y cumple con los códigos de ética médica. Estas entidades no aceptan que se publiquen precios de intervenciones médicas en internet.
Juan Carlos Fernández, psicólogo miembro de la Fundación Estudios Clínicos en Psicoanálisis, también cuestiona estas prácticas: “Se banaliza la intervención sobre el cuerpo y sobre el psiquismo. Estas cirugías se promocionan como un objeto más a consumir y de ese modo ingresan al mercado. A través de la publicidad, prometen la felicidad y el bienestar. Pero estos objetos nunca alcanzan, siempre son desplazados por nuevos. Dado este contexto, se pasa del consumo de cirugías a la adicción de las mismas”.