Al tiempo que los cortes de luz en la Ciudad se prolongan por semanas enteras y la falta de respuesta de las distribuidoras de electricidad no es la esperado, el enojo y fastidio de los vecinos comenzó a descargarse sobre las cuadrillas de operarios que trabajan en las zonas de la Ciudad que están a oscuras.
Así las consultas sobre cuándo se reestablecerá el suministro de luz se transformaron en insultos, amenazas y golpes hacia los operarios. También varios móviles de las cuadrillas terminaron con los cristales rotos y su carrocería abollada.
Durante el pico de la crisis energética, los operarios de esta empresa fueron los que mayor cantidad de agresiones sufrieron. A raíz de los incidentes, Edesur decidió custodiar sus cuadrillas con efectivos de la Policía Federal, Gendarmería o Prefectura. “La custodia depende de la zona de trabajo y del requerimiento de los operarios. Son acompañados durante toda la jornada laboral”, explicó Alejandra Martínez, vocera de la empresa. “El objetivo es que trabajen tranquilos y puedan resolver el problema sin inconvenientes”, añadió.
Este viernes, en San Cristóbal, dos operarios pasaron más de tres horas “retenidos” por los vecinos del lugar a la espera de que otra cuadrilla pudiera resolver la falta de luz en la zona de Dean Funes y Venezuela. “El conflicto surgió porque los empleados no pudieron resolver el problema. Se convocó a otra cuadrilla técnica que trabajó en el lugar hasta que se reestableció el suministro de energía. Si bien se vivieron momentos de tensión, no hizo falta la presencia policial”, explicó Martínez a PERFIL.
“Hace 14 años que trabajo en esta empresa y en diciembre pasado fue la primera vez que recibí agresiones de parte de los vecinos. En Villa del Parque, por ejemplo, llegaron a golpearme y a rompernos el parabrisas de la camioneta”, afirmó Pedro Galarraga, jefe de una cuadrilla de Edesur, que el miércoles pasado trabajaba en Villa Luro y estaba custodiado por un móvil de Gendarmería.
Aún sin salir de su asombro por la experiencia vivida, el operario afirmó de manera contundente: “Desde ese momento siempre pido custodia. De lo contrario no salgo”.
La decisión de custodiarlos contó con el apoyo del Ministerio de Seguridad de la Nación, el Ente Nacional Regulador de Electricidad (ENRE) y el sindicato de Luz y Fuerza. En la actualidad Edesur cuenta con un staff de 1.800 operarios distribuidos en unas 600 cuadrillas. En el caso de Edenor, su vocero, Alberto Lipiz confirmó que los operarios de la empresa nunca requirieron el servicio de custodia. “No tenemos registros de agresión”, respondió Lipiz cuando fue consultado al respecto.
“La gente se la agarra con los operarios porque no tiene respuesta satisfactoria de la empresa. Sabemos que no tienen la culpa, pero estar sin luz en pleno verano es desesperante y ahí surgen los problemas”, señaló el vecino Pablo Bertini, mientras seguía atentamente los movimientos de Galarraga y sus compañeros en la esquina de Oliden y Caaguazú.
Según pudo averiguar PERFIL, los actos de violencia hacia los empleados de Edesur se hicieron más frecuentes hacia la época de Fin de Año. Además de Villa del Parque, también se registraron agresiones en Villa Santa Rita, Almagro, Floresta, Pompeya y Mataderos.
El enojo de los vecinos también recayó sobre las oficinas administrativas de la empresa. Al respecto, Martínez afirmó: “Decidimos vallar nuestras oficinas, sobre todo después del intento de incendio de la sucursal de Lacarra y Alberdi. Allí tenemos custodia policial durante las 24 horas”.