El Gobierno porteño reunió ayer por primera vez la mesa de diálogo destinada a analizar en qué lugar de la Ciudad se podrá ofertar servicios sexuales, tras las marchas y contramarchas por la utilización del Rosedal de Palermo para esa actividad.
El encuentro, convocado por el Ministerio de Ambiente porteño, se realizó en la sede del Golf Club y contó con la participación de vecinos y asociaciones de travestis, transexuales, meretrices, gays y lesbianas. También asistieron representantes de la Defensoría del Pueblo porteña, del Ministerio de Salud, de la Procuración General de la Ciudad, del Ministerio de Derechos Humanos y Sociales y del INADI.
Por espacio de más de tres horas se escucharon una treintena de discursos, mientras que funcionarios del Ministerio de Ambiente porteño tomaron notas de las opiniones. Los oferentes sexuales explicaron que se dedican a esa actividad para poder mantenerse económicamente y reiteraron su intención de continuar en el Rosedal de Palermo.
A pesar de que no se llegó a un acuerdo, vecinos y travestis coincidieron en responsabilizar a la policía de los problemas que conlleva la oferta de servicios sexuales en la ciudad. Previo a la reunión, el ministro de Ambiente local, Juan Manuel Velazco, dijo que el Ejecutivo porteño mantiene "una postura abierta" en esta controversia y expresó disposición a "escuchar a las partes" para alcanzar una "solución definitiva".
Velazco reveló, en declaraciones radiales, que existen "no menos de cinco propuestas", entre las que figura trasladar la oferta de sexo al cruce de la avenida Lugones con la calle La Pampa. El funcionario explicó también que se "suspendió" la medida de prohibición de oferta de sexo en el Rosedal, por entender que "era necesario entablar un diálogo para llegar a un acuerdo de todas las partes".
La Mesa de Diálogo se organizó luego de que la Ciudad prohibió la actividad de travestis en la zona del Parque Tres de Febrero por la queja de los vecinos, pero la medida fue rápidamente suspendida.
En tanto, la Universidad Abierta Interamericano, difundió ayer un sondeo de opinión que asegura que el 77 por ciento de los porteños aprueba que travestis ofrezcan sexo, aunque el 54 por ciento rechaza que lo hagan en el Rosedal, paseo habitualmente visitado por familias.
El relevamiento, sobre mil casos, estuvo destinado a indagar la percepción social de la presencia de travestís en el Rosedal y determinó que el 54,2 por ciento de los consultados están en desacuerdo se ofrezcan servicios sexuales en esa zona, contra 22,5 por ciento que dijo estar de acuerdo. Asimismo, reflejó que " el nivel de acuerdo con la presencia de los travestis aumenta a medida que aumenta el nivel socio económico".
La casa de altos estudios precisó que cuando se indaga sobre el derecho de los travestis a trabajar en la oferta de servicios sexuales, 77 por ciento reconoce este derecho.