Cuatro amigos que fueron a pescar a una isla del delta del Tigre fueron atacados a balazos y como consecuencia de ello una de las víctimas falleció.
El muerto fue identificado como Norberto Machado, de 63 años, quien era dueño de la lancha y había ido junto a su hijo Maximiliano, de 27, Jorge Valenci y Eduardo Lorenzo a pasar un grato domingo en esa zona.
Valenci relató que los desconocidos eran tres y que comenzaron a disparar sin motivo alguno cuando pasaron por donde estaban ellos.
"Fue una película de terror. Vinieron a cazarnos, matarnos y robarnos. Salimos como todos los domingos a pescar y pasó un canobote con tres personas cuando estábamos comiendo. Primero pasaron y doblaron, pero luego volvieron apostados en la canoa y tiran a matar. Primero me dieron en un brazo y al no poder cubrirme en algún árbol caigo en una ciénaga", relató.
Además, Valenci prosiguió: "Veo caer las ramas por los perdigones, me ayuda Eduardo y ellos empiezan a recibir disparos, mientras Beto (Machado) trata de ir a la lancha a pedir ayuda y falleció por los impactos recibidos".
Su mujer, Stella Maris Viz, relató en Facebook la odisea que vivió su marido: “Llegaron a la boca del Paraná Mini y el Río de la Plata y pararon al final del arroyo falso diablo para hacer un asado. Ya estando en tierra y prestos a comer ese asado apareció una pequeña lancha azul con tres lacras mal paridos que sin mediar palabras, desde la lancha, comenzaron a disparar a matar. El primer escopetazo se lo dieron a mi marido en el brazo y el abdomen haciéndolo volar 1 metro, cuando logra pararse vuelven a dispararle, esta vez en la pierna y logra correr hacia el interior de la isla. En ningún momento dejaron de dispararle, cargaban y tiraban sucesivamente”.
En su relato Stella Maris Viz, cuenta que “Los otros tres amigos de mi marido lograron esconderse detrás de un pequeño árbol, al que también le disparaban incesantemente, volaban, astillas, tierra, pasto. Desesperados pedían a los gritos que terminaran esa balacera hasta que en un momento dejaron de escucharse los disparos y Beto en un intento desesperado de pedir auxilio, salió corriendo hacia la lancha donde estaba la radio y en ese momento recibe un impacto que lo hace caer dentro de la lancha casi inconsciente. No siendo esto suficiente se acercaron hasta él y volvieron a dispararle, esta vez hiriéndolo mortalmente. Al parecer estos desgraciados se quedaron sin municiones y se fueron”
El estremecedor relato de Viz continúa: “Lo que sigue es tan trágico como hasta ahora. Yayo Eduardo Lorenzo sale en ayuda de mi marido porque cuando empezó a correr cayó en un pantano, tenía barro hasta la cintura y como ya conté anteriormente herido en el brazo, abdomen y pierna, estaba atrapado. Llegaron hasta la lancha donde estaba Maxi intentado asistir a su papá y mi marido herido y Yayo comienzan a manejar la lancha escapando del lugar. Logran comunicarse con Prefectura, quienes tardaron 2 horas y media en llegar hasta donde ellos estaban. En ese instante trasladan en helicóptero a Jorge y a Beto quién muere en viaje. Hoy mi marido continúa internado en el Hospital de San Fernando con 57 perdigones en el cuerpo, esperando algunos estudios que determinen si tiene que ir o no a cirugía. Esta masacre destruyó a nuestras familias. Sus hijos con los que tenía una relación amorosa, quedaron desbastados”
Según fuentes del Ministerio de Seguridad los sospechosos, tendrían entre 18 y 25 años y se trasladaban en una canoa de madera con un motor fuera de borda. El caso es investigado por la fiscalía de San Isidro a cargo del doctor Matías López Vidal.