Denunció a los Kirchner por "atentado a la salud pública", se peleó con los dirigentes de River por el caso del "burrito" Ortega, defendió al "Bambino" Veira, recibió a Nazarena Vélez, compartió un directorio junto a Martín Redrado y hasta le dio consejos al periodista "Toti" Pasman cuando éste recibió insultos por parte de Diego Maradona. Actualmente está inmerso en la causa por el Triple Crimen y defiende a Gabriel Brito, detenido por la mafia de los medicamentos. Si bien podría hablarse de varias personas, el personaje es uno solo: el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten.
Este letrado de 45 años no tiene filtros. En ese sentido se parece a la mediática abogada del espectáculo Ana Rosenfeld, que sabe utilizar al aparato mediático en favor de sus clientes y de paso, publicitar su trabajo. Por eso no sorprende cuando Kalbermatten dispara que hay jueces que "se panquequean" o que el matrimonio Kirchner "llegó para poner preso a todos y los que deberían tener el traje a rayas son ellos".
En ascenso. Kalbermatten se graduó de abogado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires en 1987. Ese mismo año comenzó a ser asesor legal de la Administración Nacional de Aduanas y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. Durante los '90 trabajó para YPF al tiempo que brindó asesoramiento privado
A la par del trabajo que puede tener cualquier abogado, Kalbermatten se dedicó a recibir a personajes mediáticos. El Bambino Veira, el actor Atilio Veronelli, Nazarena Vélez y hasta el periodista Toti Pasman pasaron por su estudio. La de Pasman fue especial, asegura, ya que "cuando ví lo que pasó con Maradona le dí unos consejos de qué podía hacer al respecto", aunque aclara que finalmente no lo asesoró.
Entre el año 2000 y 2006 fue director junto al ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, de Punto Gol, empresa que se dedicó a vender los derechos de la AFA a nivel mundial. Hoy, a la distancia, asegura: "(La AFA) es un antro de corrupción. Te decían que tenías que ir al frente a defender la marca y después vos veías que arreglaban por atrás".
Tiempos K. Con la llegada del kirchnerismo al poder, Kalbermatten levantó aún más el perfil. Pero ahora las denuncias se metieron en el seno político, lo que incomodó a más de un funcionario del gobierno. El abogado denunció a varios K: Néstor y Cristina Kirchner, Esteban Antonio Righi, Ricardo Echegaray, Luis D’Elia y Oscar Parrilli (a raíz de una nota de Perfil.com) sufrieron los embates del letrado.
La mayoría de esas causas aún no avanzaron como él esperaba. Considera que estos jueces "son políticos porque los coacciona el Gobierno a través del Consejo de la Magistratura entonces cuando subís mucho el copete, te mandan al Consejo que tienen mayoría política y empiezan a inventarte causas hasta que te destituyen o te inventan algo. El sistema repercute en la falta de independencia de los jueces", asegura Kalbermatten, quien lo resume con una frase futbolera, una de sus pasiones: "Te cortan las piernas".
Sin embargo, cree que "la impunidad termina cuando termina el poder. Supongamos un escenario: cuando se sepa que Néstor o Cristina no pueden ganar por ejemplo en 2011, los jueces federales se panquequean, se dan vuelta y todas las causas que estaban dormidas se aceleran".
A pesar de ser uno de los letrados que más denunció a este gobierno, asegura que no es antikirchnerista, y dice que "Néstor de tonto no tiene nada". Pero se considera defraudado, porque "dijeron que le iban a poner el traje a rallas a todo el mundo y resulta que al final el traje a rallas se lo tendrían que poner ellos".
En agosto 2003, aprovechando el viento en popa del kirchnerismo formó una sociedad anónima con el nombre "Estilo K". La idea era que si “a Kirchner le iba bien la podía vender a un buen precio”. Llegaron a ofrecerle hasta 50.000 dólares.
En agenda. Kalbermatten se infla el pecho cuando tiene que hablar de su relación con los medios. Las causas del Triple Crimen y de Gabriel Brito por la mafia de los medicamentos lo hicieron despegar: "Si hablás bien te sirve; si lo hacés, mal te hunde. El grave error es hablar cuando tenés que estar callado. Si sos un boludo, despejás la duda", indica al dar cátedra de cómo maneja la relación con los medios el abogado que tiene como hobby el snowboard y suele veranear en Punta del Este.
(*) de la redacción de Perfil.com.