La Armada Argentina confirmó en la tarde de ayer que el “contacto” que estaba explorando el sumergible ruso Panther Plus, detectado a 477 metros de profundidad, “no se corresponde con el submarino ARA San Juan, sino con un buque pesquero hundido”, según informó en un parte el vocero de la institución, Enrique Balbi.
El “contacto” –como se denomina a los rastros hallados en el mar– descartado era uno de los cuatro que se tenía previsto verificar durante el día de ayer. Los otros tres están ubicados a mayores profundidades, lo que, agregó Balbi, “hace más compleja su exploración”. El vocero detalló que esos otros indicios estarían ubicados a 700, 800 y 900 metros aproximadamente, e indicó que algunos se encuentran en sectores de mayor cercanía al curso que seguía el submarino, en relación al que se investiga en este momento.
En la mañana de ayer, la Armada había informado que el dispositivo robot Panther Plus, que había partido el viernes de Comodoro Rivadavia, iba a inspeccionar el contacto ubicado a 477 metros de profundidad (ver aparte).
A través de las imágenes transmitidas por ese artefacto, se confirmó que el objeto encontrado en el lecho marino a través de una ecosonda multihaz no pertenecía al submarino.
Según detalló Balbi, “se verificó visualmente el contacto detectado el 30 de noviembre desde el buque Víctor Angelescu a través del robot ruso embarcado en el buque ARA Islas Malvinas. El contacto fue inspeccionado entre las 9 y 13 horas, siendo de forma alargada de 62 metros de longitud y 13 metros de altura. Tras el análisis se confirmó que las imágenes no se corresponden con el casco del submarino”.
Detalles. De acuerdo con el documento, para la fuerza “nunca se trató del submarino ya que se encontraba a 27 km al sudoeste de su última posición informada por los tripulantes del buque perdido.
La imagen visualizada que confirmó que no se trataba del ARA San Juan fue la de unas hélices. “El San Juan tiene siete palas, mientras que la imagen obtenida por el Panther Plus corresponde a cinco palas con otro formato y con una protección tubular correspondiente a un pesquero”, detalló.
A partir de hoy, las operaciones continuarán para investigar los otros tres contactos, con personal del Reino Unido y Rusia, y controlados desde el Centro Naval de Puerto Belgrano. Estas fuerzas coordinarán y evaluarán cuál de ellos está más cerca del ARA Islas Malvinas, y tendrán en cuenta las profundidades en juego y la clasificación del contacto –alta, media o baja–, respecto del sensor de búsqueda, precisó el vocero.
En la búsqueda, además, seguirán participando los buques Atlantis (EE.UU), y Austral y Puerto Deseado, ambos buques oceanográficos del Conicet. La Armada espera para los próximos dos días la llegada a la zona de operaciones del minisubmarino estadounidense Curv-21; y también la de otra nave de última tecnología rusa que se sumaría, el próximo martes, a los trabajos de búsqueda del submarino ARA San Juan, desaparecido desde el miércoles 15 de noviembre. Ambas máquinas son capaces de identificar elementos sumergidos a una profundidad de hasta 6 mil metros.
El vocero reiteró ayer que ya se descarta hallar sobrevivientes y ante esa situación definió dos compromisos de la Armada: “Continuar con la búsqueda del submarino hasta agotar todos los recursos y acompañar a los familiares”, quienes piden que se retomen las tareas de rescate desactivadas el jueves, cuando se definió que ya no quedaban posibilidades de hallar a la tripulación con vida.
Los detalles del hallazgo que no fue
Ayer a la mañana, las esperanzas estaban puestas en el indicio detectado por el barco de investigación Victor Angelescu, perteneciente al Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero (Inidep), que había detectado un objeto cilíndrico de unos 60 metros de largo y 13 metros de diámetro, a 477 metros de profundidad y fue, durante varias horas, el centro de atención hasta que la Armada descartó que se trataba del ARA San Juan.
El hallazgo, que había ocurrido a las 7.32 de la mañana del último jueves, determinó que se trataba de un buque pesquero hundido. Otto Wöhler, director del Inidep, dio detalles sobre la operación del hallazgo que no fue: “El Angelescu es de altísima tecnología, llegó al país hace un mes y medio, desde España. Es un buque oceanográfico que permite la evaluación de cardúmenes de peces y el análisis del fondo marino para saber el derrotero de las corrientes marinas”, señaló el científico, quien puso el buque a disposición de la Armada desde que tomó estado público la desaparición del ARA San Juan.
Incluso, fue uno de los primeros buques en zarpar al área de operaciones en Comodoro Rivadavia: zarpó el 20 de noviembre del puerto de Mar del Plata con tripulación de Prefectura y cinco especialistas en el uso del equipamiento del barco. “Hace una semana que está en la zona caliente de búsquedas haciendo cobertura de la cuadrícula que le asignó la Armada. Esta tecnología está destinada a otro fin, pero es propicia para este tipo de búsquedas”, señaló Wöhler, y agregó que “fuimos muy cuidadosos de no generar falsas expectativas por respeto a los familiares de los tripulantes”.