Trabajadores despedidos del Casino Puerto Madero se encadenaron a la Pirámide de Mayo en reclamo de ser reincorporados o bien ser recibidos por la presidenta Cristina Fernández para plantearle sus problemas.
Luego de participar en la marcha a Plaza de Mayo en homenaje a las víctimas de la represión policial del 20 de diciembre del 2001, los trabajadores del casino decidieron tomar esta medida de fuerza.
Cecilia Berra, una de las voceras de los trabajadores de las salas de juegos que funcionan en dos buques, que también estaba encadenada, explicó a Radio Continental que "la medida de fuerza se debe a que queremos volver a trabajar" y destacó que "no queremos pasar las fiestas en la calle, en total somos unas 90 familias afectadas por los despidos".
Los manifestantes solicitaban una reunión con algún funcionario del Ministerio de Trabajo, la jueza de la causa María Servini de Cubría o el propietario del Casino Flotante.
" Le enviamos una pedidos a la Presidenta de la Nación para que nos reciba pero hasta la fecha no recibimos ninguna respuesta, por eso decidimos encadenaros frente a la Casa de Gobierno", dijo la vocera de los trabajadores.
Finalmente aseguró que "vamos a seguir con esta medida -que es pacífica- hasta que la situación se resuelva".
Paro contra los despidos. El 17 de noviembre pasado los empleados del Casino flotante, amarrada en Puerto Madero, iniciaron un paro de actividades en reclamo de mejoras salariales y la reincorporación de unos 100 despedidos durante una batahola entre los trabajadores del Casino, del sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA) y del sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).
En la noche del 4 de diciembre -alrededor- se desató un violento incidente cuando los empleados que realizaban un acampe frente a la casa de juegos impidiendo el ingreso de los clientes fueron reprimidos por personal de la Prefectura Naval, donde tres trabajadores y 3 suboficiales de la policía costera sufrieron heridas, uno de ellos de gravedad, y otros 11 operarios detenidos. Tres días después -el 7 de diciembre- los trabajadores resolvieron levantar el bloqueo que mantenían a las salas de juego en el marco de la conciliación obligatoria dispuesta horas antes por el ministerio de Trabajo.
El 12 de diciembre cuando los trabajadores se presentaron a trabajar no se le permitió el ingreso a unos 90 operarios por lo que unos 1500 empleados resolvieron iniciar un nuevo paro de actividades. La medida había sido dispuesta por la jueza federal de la causa María Servini de Cubría.
Fuente: DyN