“Mis alumnos están fanatizados con este juego y, en vez de estar retándolos o pidiéndoles que guarden el celular, pensé en incorporarlo a la clase”, cuenta Rosana Spagna, profesora de Lengua y Literatura Italiana a PERFIL.
“Al finalizar cada unidad temática, diseñan preguntas sobre los temas que estudiamos y las suben. Ahora, sus preguntas están disponibles para todos los jugadores”. La propuesta de esta docente fue aprobada por la dirección del Liceo N° 1 José Figueroa Alcorta, ubicado en el barrio de Palermo, y obtuvo muy buenos resultados en el aula.
“Es una forma divertida de que todos estos conocimientos que les damos tengan una dimensión práctica. Me gusta innovar y disfrutar junto a mis alumnos”, cuenta la docente.
Verónica Almasio, profesora del colegio 4-174 Joaquín Salvador Lavado, de Mendoza capital, también incorporó el Preguntados en sus clases de historia de segundo y tercer año. “Busco llamar la atención de los chicos ante tanta apatía a todo lo relacionado con el colegio. Es un desafío diario encontrar algo que despierte su interés y que a la vez los ayude a incorporar conocimiento”, cuenta la docente mendocina.
La propuesta de Almasio consiste en que los estudiantes confeccionen preguntas y las intercambien entre sí a fin de ir entrenándolos en la dinámica del juego y, a fin del trimestre, hacer una ruleta con todos los temas vistos para rendir el examen trimestral. “Por ahora, estamos en el período de realizar las preguntas y las respuestas. Los resultados en materia de aprendizaje, no los tengo aún, pero les gusta y los entretiene, es un logro”.
Las innovaciones en el aula también surgen de los mismos estudiantes. Tal es el caso de los alumnos de quinto año del Colegio Nº 19 Luis Pasteur del barrio de Devoto. “Mis alumnos me mostraron el juego y me contaron que se podía jugar en otros idiomas –cuenta Jaqueline Fioravanti, profesora de francés–. Para mí es una manera más de llegar a mis alumnos. Los chicos necesitan profes que hablen su mismo idioma y que se interesen por las cosas que a ellos les gustan.
Jugamos en la clase y también online cualquier día de la semana. Se establece un vínculo alumno-docente mucho más fluido”. Esta docente utiliza el Preguntados como una herramienta de evaluación, considera que es un modo de examinar a sus estudiantes en expresión oral, comprensión escrita y convivencia sin que ellos se sientan observados o presionados por una nota numérica.
Carina Lion, directora General del Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía (Citep) de la Universidad de Buenos Aires, resalta “la potencialidad del Preguntados como juego social”.
Lion plantea que, al jugarse en red, la aplicación permite distintos intercambios entre los participantes, que pueden conocerse o no. Invita a los jugadores a validar las preguntas formuladas por otros y, de este modo, ofrece una mirada múltiple acerca de los interrogantes que se construyen.
En relación con la posibilidad que otorga el juego de generar contenido, la especialista asegura que, aún cuando en general son preguntas de conocimiento fáctico, los niveles de “maestría” son un incentivo para continuar.
También es un nuevo modo de ‘levante’
Nicolás Cordeiro, profesor de Historia y músico de 29 años, juega al Preguntados en el subte o el colectivo. Asegura que este pasatiempo puede funcionar como una excusa para acercarse a alguien. “A Bárbara, una estudiante de letras de 23 años, la tenía en Facebook, la había agregado porque me había gustado su foto, pero nunca habíamos hablado”, cuenta Nicolás a PERFIL. “En el chat del Preguntados intercambiamos algunos chistes, charlamos y salimos dos veces. Después, conocí a Mercedes, una psicóloga de mi edad. El juego te da la opción de jugar contra tus amigos de Facebook o con desconocidos, elegí la segunda modalidad. Una chica me proponía una partida y acepté. Ya habíamos jugado seis partidos y le empecé a hablar. Hubo buena onda, nos pasamos el Facebook, después el WhatsApp y nos vimos hace poco. Quedamos en salir otra vez, supongo que será este fin de semana”.
Por otra parte, Alejandra, licenciada en administración de 32 años, conoció a Matías, comerciante y estudiante de diseño gráfico, cuando éste la desafió a un duelo en el Preguntados. “Estaba medio aburrida, así que acepté sin ninguna expectativa –cuenta Alejandra–. Jugamos varios partidos. Estábamos empatando cuando por el chat interno del Preguntados me dice que el que ganara el próximo pagaba la cerveza el fin de semana siguiente. Ganó él. Como tenemos algunos amigos en común en Facebook, no me dio miedo salir con él porque no era un completo desconocido. Salimos una vez y parece que hubo onda”.
