Sacudida por decenas de secuestros extorsivos, el caso del secuestro de Axel Blumberg marcó un quiebre en la sociedad argentina. Axel se convirtió en un símbolo y su padre, el ingeniero Juan Carlos Blumberg, en el líder de una cruzada contra la inseguridad.
Axel Blumberg tenía 23 años cuando fue secuestrado el 17 de marzo de 2004 mientras manejaba su auto. Una semana después, en una casilla de Moreno, fue asesinado por su captores, que volvían de un pago de rescate frustrado.
Axel había logrado salir corriendo de la casilla en la que lo tenían encerrado y hasta había golpeado la puerta de una decena de vecinos. Ninguno le abrió y sólo uno de ellos llamó a la comisaría de Villa Trujuy, donde no tuvo respuesta por parte de las autoridades.
De vuelta en Santa Paula después del pago frustrado, Axel pudo ver la cara de sus secuestradotes quienes, según explicaron, no tuvieron más opción que asesinarlo. El joven terminó fusilado por la banda de un tiro en la sien, aunque hasta el momento, ninguno de los imputados admitió haber sido el autor de ese balazo, pese a que reconocieron haber llevado adelante el secuestro.
Al asesinato le siguieron el horror de la familia y los amigos y una lucha por la inseguridad que se hacía cada vez más fuerte. Después vinieron las marchas organizadas por Juan Carlos Blumberg, la oposición al Gobierno y los ofrecimientos de cargos políticos.
El juicio por el secuestro y asesinato de Axel Blumberg comenzó casi dos años después del secuestro y tuvo como principales protagonistas a los integrantes de la banda de Martín “El Oso” Peralta.
"Esta banda como ciudadano me pone la piel de gallina", dijo el fiscal Pedro García en uno de sus alegatos."Secuestraba personas, pedía rescate, castigaba a sus víctimas y abusaba sexualmente si había mujeres; cambiaba de identidad y lavaba el dinero de los rescates", añadió.
A partir de hoy, con el fallo del Tribunal, comienza un nuevo capítulo en la vida de la familia de Axel. Para el ingeniero Blumberg quizás marque el principio de su carrera política.