Por primera vez desde que el Ministerio de Defensa de la Nación y las Fuerzas Armadas iniciaron su operativo social en el marco de la pandemia, el Ejército se desplegó ayer dentro de los límites de la Ciudad de Buenos Aires para brindar asistencia en un barrio de emergencia. Fue en las puertas del Barrio Padre Ricciardelli, la ex 1-11-14, en el Bajo Flores, donde se distribuyeron unas 1300 raciones de alimentos en la primera de siete jornadas.
Según explicaron fuentes del Ministerio de Defensa a PERFIL, la solicitud nació por medio del obispo auxiliar Gustavo Carrara, a partir del pedido de socorro de un cura dentro del barrio. Una serie de contagios por Covid-19 diezmó al equipo de la parroquia que preparaba las comidas y la autoridad religiosa intervino ante el Gobierno nacional para conseguir esa ayuda.
Una versión que circulaba ayer indicaba que la Ciudad no había podido garantizarle ese auxilio extra al párroco. Sin embargo, desde Defensa no la confirmaron y este diario intentó contactar a los responsables de Desarrollo Humano y Hábitat, en suelo porteño, para consultarles al respecto y no tuvo éxito. Hasta ahora, se detectaron ya 528 casos en el Barrio Ricciardelli
El Ejército montó la carpa en las puertas del asentamiento, donde se encuentra el destacamento de Gendarmería asi como Cascos Blancos y los Bomberos. Establecieron una cocina de campaña junto al camión que utilizan para los traslados y una ambulancia. Cocinaron 1300 raciones en el primer día.
De momento, es el único operativo de despliegue que contempla Defensa con las Fuerzas Armadas dentro del territorio porteño, informaron a este diario. No obstante, sus funcionarios afirman que están atentos a cualquier otro requerimiento que pueda provenir de las autoridades porteñas, sea para asistir en la elaboración y distribución de alimentos u otros tareas que pudieran requerir.
Unos días antes, Rossi había notificado que su ministerio también estaba trabajando en un centro de aislamiento para tratar pacientes de coronavirus en el barrio 31, de Retiro, “usando contenedores que la minera Barrick le cedió a las Fuerzas Armadas, porque estaban desarmando un campamento en San Juan”. En declaraciones a El Detape Radio, describió que se acoplarán con otros que poseían de las misiones de paz en Haití para montar el centro en “un espacio que la Justicia devolvió a Defensa en la zona del apostadero naval”.
La propagación de casos en los barrios vulnerables porteños es una de las principales preocupaciones tanto para la administración de Horacio Rodríguez Larreta como para el gobierno de Alberto Fernández, según manifestaron representantes de ambas gestiones. Las condiciones de hacinamiento en estos enclaves, sumado, en ocasiones, a la falta de agua, genera las el escenario propicio para la reproducción del brote.
Según Rossi, los contenedores tienen “todas las capacidades, con aire acondicionado, calefacción y todo el equipamiento médico que va a aportar el hospital naval Pedro Mallo” y servirían para aislar los casos positivos en el barrio 31. Mientras tanto, continúa el despliegue a lo largo de diversos puntos del conurbano como La Matanza, Quilmes, San Martín y Moreno, a pedido de los jefes comunales, asi como en otras provincias.