El conflicto docente sigue afectando el inicio lectivo en gran parte del país. Al menos diez provincias mantienen medidas de fuerza desde hace dos semanas, cuando las clases debían comenzar en todas las jurisdicciones. Buenos Aires, una de las más conflictivas, enfrenta un paro por tiempo indeterminado desde el 5 de marzo; los docentes rechazan el aumento del 30,9% ofrecido por la Provincia y no acatan la conciliación obligatoria. Así, más de tres millones de alumnos de escuelas públicas aún no asistieron a las aulas.
El vicegobernador Gabriel Mariotto deslizó esta semana la posibilidad de considerar la educación como un servicio público esencial, lo cual reglamentaría el derecho a huelga de los docentes, propuesta que los representantes gremiales rechazaron tajantemente. En esa provincia se aplicarán descuentos a los maestros que vienen haciendo paro, y no descartan multar a los gremios que no acaten la conciliación obligatoria Además, una encuesta de la consultora Poliarquía dice que ocho de cada diez bonaerenses siguen atentos el conflicto docente; y que el 70% cree que los docentes deben continuar con sus reclamos, pero dictando clases; contra el 27% que sostiene que los maestros no deben volver a las aulas hasta finalizar la negociación. A su vez, consultados sobre qué debe hacer el gobierno provincial, el 66% cree que debe seguir negociando, contra el 27% que llama a endurecer su postura.
En tanto, en el resto del país la situación es compleja. En Jujuy, los alumnos de nivel inicial y primaria tampoco comenzaron las clases. Desde el paro nacional de 48 horas convocado al inicio del ciclo (al que se sumaron 19 provincias), los maestros jujeños realizan huelga en reclamo del 35% de aumento, que eleve el piso salarial de $ 3.416 a $ 4.860. La oferta oficial, que fue rechazada, lo elevaba a $ 4 mil, informaron desde ADEP. Los maestros de nivel secundario sí dan clases, ya que acataron la conciliación obligatoria.
En Chubut, los docentes agremiados en Atech llevan siete días de paro y están analizando la última propuesta del gobierno: un aumento del 26%. Ellos reclaman el 30% semestral. Tucumán, Tierra del Fuego, La Rioja, Río Negro y Neuquén también continúan con paros.
En Neuquén los docentes rechazan el decreto firmado por el gobernador Jorge Sapag por un aumento de $ 1.000 y anuncian más medidas para la semana que viene. En Tierra del Fuego, los maestros de Sutef piden una suba del 40%, que supera ampliamente el 20,9% que ofrece la provincia. En Mendoza, en tanto, los docentes agrupados en SUTE ya anunciaron un paro de 72 horas para la próxima semana, pero podría suspenderse si el gobierno hace la propuesta del 30% que el gobernador Francisco “Paco” Pérez ya anticipó. Los docentes chaqueños también anunciaron ayer un paro de 72 horas, en rechazo a la oferta salarial del 20% ofrecido por el gobierno.
En otras provincias, como San Juan, Formosa, Corrientes, Santiago del Estero, Entre Ríos, La Pampa y Catamarca sí hay clases, ya sea porque se decidió negociar sin medidas de fuerza o porque los gremios docentes aceptaron la conciliación obligatoria, lo que no descarta que el conflicto pueda volver a surgir. Algunas, incluso, anuncian medidas para la semana entrante.
Córdoba, Santa Fe, San Luis, Salta, la Ciudad de Buenos Aires, Misiones y Santa Cruz son las jurisdicciones donde ya se cerraron los acuerdos salariales.
Otros casos. En otros países de la región los conflictos docentes también se hacen sentir. En México, por ejemplo, el año pasado los maestros llevaron adelante una huelga por 87 días en rechazo a la reforma educativa que quería imponer el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Cerca de 20 mil escuelas no dictaron clases, afectando a dos millones de alumnos. Los docentes consideraban que la reforma conducía a la privatización de la educación y a la pérdida de puestos de trabajo, y llevaron adelante protestas. En septiembre la reforma fue promulgada, y los docentes terminaron con el conflicto. En Uruguay también los docentes pararon el año pasado, en este caso durante cuarenta días, en reclamo de mejoras salariales, con paro y toma de escuelas.
El gobierno de José “Pepe” Mujica decidió descontarles del sueldo los días no trabajados, y finalmente los maestros levantaron la medida y aceptaron la propuesta ofrecida