Vestido con su habitual traje marcial color mostaza, cómodas zapatillas tipo pantuflas de invierno, la cabeza calva (producto de un cuidadoso rapado de cabello), y un hablar pausado, aunque por momentos acelerados (como quien va apasionándose de su discurso), el maestro Shi De Yang, el más grande exponente actual de la cultura de Shaolin Tradicional, originaria de China, dio ayer un seminario en Buenos Aires, en la que fue su primera visita al país y a Latinoamérica.
“El encuentro estaba pautado para las 19, pero por el tránsito, que muestra el desarrollo social que hay en Argentina, no pude llegar a horario”, dice el traductor que dice el maestro, que llegó el jueves a la cita en el hotel Faena de Puerto Madero pasadas las 19.30. El auditorio ríe, como lo hará en diversas oportunidades mientras un simpático Shi De Yang habla sobre la cultura del Shaolin en el nuevo milenio, y explica sobre los “tres tesoros” de esta cultura: el Kung Fu, el Budismo Chan (más conocido como Zen) y la Medicina tradicional China.
Consejos sobre meditación, pero ejercitando el cuerpo, sobre cómo realizar ejercicios con nombres de animales (como “dragón”, “serpiente”, o “el tigre hambriento caza a la presa”) para favorecer la circulación de la sangre y la elasticidad de los músculos, en medio de un público concentradísimo, donde abundan personas con rasgos orientales, pero también occidentales, vestidos como occidentales también, aunque hay alguno que otro que lleva traje de arte marcial.
La charla transcurre amena, tan amena como el ambiente relajado, con música instrumental y oriental de fondo, aroma a inciensos dulzones y mozas ofreciendo distintos tipos de té verdes, servidos en diminutos pocillos de porcelana. No podía ser de otra manera el recibimiento a Shi de Yang, quien representa a la 31 generación de monjes del Templo Shaolin, considerado –como se dijo- el más grande exponente actual de esta cultura. El maestro, además, realiza actualmente numerosos viajes al exterior de China “para difundir una cultura milenaria, que mantiene el sello de la tradición hasta nuestros días, que promueve el bienestar, la armonía y el respeto por la vida”, explican los organizadores del evento.
Shi De Yang fue invitado al país por la Escuela Shaolin Quan Fa Guan Argentina, que nació en Buenos Aires en el año 2000, con la idea de transmitir las disciplinas orientales en la Argentina, con la “misión” de “desarrollar la conciencia del cuerpo y la mente en contacto con la escencia y las raíces del conocimiento milenario”. Una cultura que cada vez convoca más adeptos en el país, sobre todo en Buenos Aires.
El gran maestro continúa en la Argentina. Y luego de la charla, dictará una serie de seminarios prácticos que comienzan hoy y se extienden hasta el 25 de este mes, de 10.30 a 13 y de 15 a 17.30, en Avenida Avellaneda 1359.