Lima - Cuadros dramáticos se vivían esta medianoche en las ciudades de Ica y Pisco, las más afectadas por el terremoto de 7,5 grados de magnitud en la escala de Richter que afectó ayer al Perú. Iqueños y pisqueños pernoctan en las calles, pues las más de 70 réplicas que han sucedido al terremoto, entre ellas unas cuatro considerablemente fuertes, hacen que tengan temor de retornar a sus casas. De hecho, hay varias residencias agrietadas y no es aconsejable habitarlas. El experto del IGP Hernando Tavera calificó al sismo como el peor sufrido por el Perú en 50 años.
La municipalidad de Ica habilitó el estadio de la ciudad para albergar a quienes quieran pernoctar allí, mientras que en Pisco los
parques se convertían en improvisados hospedajes. Según versiones periodísticas sujetas a confirmación, al menos 46
personas fallecieron en las dos ciudades, vecinas entre sí, mientras que alrededor de 350 resultaron heridas de diversa
gravedad.
Personas radicadas en Lima con familiares en Ica y Pisco trataban en la noche de hoy de llegar hasta esas ciudades para aclarar qué pasó con sus seres queridos, a pesar de que hay derrumbes en la carretera que dificultan un viaje que normalmente se hace en cuatro horas. Las empresas de transporte aprovecharon para incrementar el precio de los pasajes en hasta un 40 por ciento. El movimiento telúrico tuvo epicentro en el mar, frente a las costas del sureño departamento de Ica, uno de los más pujantes del país.
Hasta ahora no hay informes oficiales sobre el número de muertos, pero está claro que las peores consecuencias se concentraron en esas dos ciudades, como también en las localidades de Chincha y Cañete.
Fuente: Dpa