Las tierras en zonas estratégicas de la Patagonia se venden casi sin restricciones a precios que podrían equipararse a los de una cuota de gimnasio en la Ciudad de Buenos Aires. Suena a disparate, pero es real: hay zonas donde se puede acceder a un campo desde sólo 96 pesos la hectárea.
Así lo reveló el sitio IProfesional, que destaca que cada vez más extranjeros se alzan por pocas monedas con tierras linderas con la cordillera de los Andes o que desembocan directamente en aguas del mar argentino, es decir en zonas consideradas clave para la seguridad nacional, que son comercializadas por inmobiliarias o cedidas por funcionarios públicos.
En algunos casos, destaca el portal, los traspasos de tierra se realizan seguidos de avales como los obtenidos por el controvertido empresario británico Joe Lewis, que desde 2008 opera una pista aérea privada de mayor envergadura que la que funciona, por ejemplo, en Bariloche. Es que la pista del magnate tiene acceso al mar Argentino y fue denunciada por entablar presuntos vuelos encubiertos a Malvinas. Pero además, Lewis ejerce control sobre todas las tierras que rodean al lago Escondido, por lo que resulta casi imposible acceder públicamente a él, por lo que hoy es fuente de varias disputas judiciales.
Otros ejemplos de este tipo: el control de 900.000 hectáreas que lleva adelante la familia Benetton en esa región, las 55.000 hectáreas propiedad del dueño de la cadena de noticias CNN, Ted Turner, en el área andina, y las enormes extensiones de tierra que posee el estadounidense Douglas Tompkins en Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Mientras tanto, unas 13 millones de hectáreas se ofrecen hoy a la venta que, según agentes inmobiliarios y legisladores provinciales, alberga un número casi indeterminado de terrenos fiscales. "Cada vez se acumulan más y más denuncias en Río Negro y otras provincias por la venta de tierras fiscales a precios irrisorios.
Los valores no llegan a los $100 por hectárea en muchos casos. Las superficies son adjudicadas a magnates extranjeros o a personas vinculadas a estos empresarios", afirmó la diputada rionegrina Magdalena Odarda al sitio.
Ángel González, titular de una ONG orientada a garantizar el libre acceso a costas de lagos y ríos, también señaló esta preocupación. "Los extranjeros están poblando la Patagonia, justo en zonas donde abundan las riquezas. Cercan arroyos, ríos y lagos. Los alambrados se están haciendo cada vez más comunes. De ahí que se están presentando continuos proyectos pidiendo la intervención de los organismos de medioambiente".
Por su parte, Julio Traverso, representante en la región de la inmobiliaria Nordheimer, confirmó que los precios por hectáreas son irrisorios en algunas zonas del sur. "Hoy en Santa Cruz, en Tres Lagos, podés adquirir campos a 30 dólares la hectárea. O quizás a menos. Si bien no representan lo mejor de la provincia, cuentan con agua y son aptos para la explotación de ganado ovino", aseguró.
Desde la inmobiliaria Antón, con sede en Esquel, Chubut, Rodrigo Antón, encargado de ventas, ratificó la constante llegada de extranjeros en búsqueda de tierras. "Muchos extranjeros vienen y compran para posteriores reventas, aunque el grueso lo ha hecho con fines residenciales y de radicación. Aprovechan también que el precio de la tierra prácticamente no varía desde el año 2008", indicó.
Gonzalo Sánchez, autor del libro La Patagonia vendida ya lo había advertido: "Históricamente, Argentina se ha dedicado a vender su tierra, pero el problema es que se están comercializando terrenos que no se pueden vender", dijo. Y denunció la falta de regulación en territorios fiscales, es decir, en aquellos donde cada provincia decide si los vende y cómo.
En tanto, la diputada Odarda sostuvo que las denuncias vinculadas a la comercialización sin control de tierras estratégicas "no se suceden sólo en Río Negro, sino que también encuentra un movimiento similar en Chubut y Santa Cruz". Y aseguró: "Se comprobó que más del 50% de los expedientes de autorizaciones de ventas en áreas de frontera tienen algún tipo de irregularidad".