Cerca del final de las clases, el pizarrón y los pupitres de las aulas de los secundarios bonaerenses recibirán en los próximos días a los alumnos que deben rendir las materias no aprobadas durante el año para así evitar repetir. Según información brindada por el Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires, uno de cada diez alumnos no logra superar los objetivos planteados y debe volver a cursar el mismo año. Para trabajar la problemática se plantearon políticas educativas que comenzaron a mostrar ciertos cambios.
En el pasaje de año 2009-2010 el porcentaje de repitencia era del 11,2%; dos años después (en el paso de 2011 a 2012) bajó al 10,2%. En el medio estuvo la reforma realizada en 2010, que hizo que el secundario provincial volviera a ser de un ciclo de cinco años, con materias comunes y las específicas según la orientación elegida por cada alumno. Este año se gradúa la primera promoción de la nueva ley de educación y desde la Dirección provincial de la educación estiman que en 2013 continúe en descenso la cantidad de repetidores.
"La secundaria viene transitando distintos cambios con la idea de formular políticas educativas que integren e incluyan a todos los jóvenes. Queremos que ingresen, estén, aprendan y egresen con los conocimientos adquiridos", explicó la directora provincial de Educación Secundaria, Claudia Bracchi. El nivel de abandono está en 8,9%, y la tasa de reinscripción llega al 1,36%. Al respecto, Bracchi explica las herramientas que se aplicaron para combatir un problema que preocupa. "Se debe rever la enseñanza y acompañar los proyectos educativos para hacer políticas en ese sentido. Por eso se sumaron clases de apoyo, tutorías y módulos de lectura y escritura en cada materia. Contribuye a acompañar al alumno en el aprendizaje y así contar con un conocimiento de la trayectoria educativa de cada joven", dice.
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