Con entradas que van desde los US$ 100 hasta los US$ 4 mil, las fiestas clandestinas de Año Nuevo en Punta del Este –uno de los destinos preferidos de los argentinos para esperar el 1º de enero– llegan a convocar, en algunos casos, a miles de personas.
Por eso, hoy, los inspectores de la Municipalidad de Maldonado recorrerán zonas donde podrían realizarse algunas de éstas, sobre todo en La Barra, Ruta 104 y Camino Urquiza, para evitar que se realicen, o notificar y multar a sus realizadores.
“Ayer (por el viernes) se iba a hacer una muy grande que pudimos parar a tiempo y no se realizó, gracias a que tuvimos colaboración de la Justicia. Estamos recorriendo zonas con inspectores, tratando de detectar fiestas sin permisos”, explica a PERFIL Jorge Piriz, responsable de Higiene de la comuna.
Es que este año, por primera vez, la Justicia uruguaya prohibió este tipo de fiestas, que se vienen realizando cada año, sobre todo en la zona de La Barra, y ordenó a la Policía acompañar a los inspectores municipales para evitar que se realicen.
Fue luego de que un grupo de empresarios de fiestas autorizadas presentaran un amparo para impedir que las que no cuentan con autorización se lleven adelante, según publicó en su edición de ayer el diario El País.
Desde la Intendencia, además, se publicó la lista de las fiestas que sí están habilitadas para celebrar la llegada del Año Nuevo –son más de diez–, y que cuentan con todos los requisitos de seguridad necesarios.
De realizarse igual, la intendencia podría sancionar a las organizaciones con multas que llegan hasta un millón de pesos uruguayos (cerca de US$ 35 mil), según informó El Observador.
Estas fiestas clandestinas venden entradas por internet por encima de los US$ 100, y llegan hasta los US$ 4 mil en el caso de las más exclusivas, para las áreas vip. En algunos casos se estima que podrían convocar a más de 2 mil personas. Incluso hubo años anteriores donde los asistentes eran convocados en un punto determinado donde los pasaba a buscar un micro y los llevaba al lugar secreto donde se hacía la fiesta.
“La realidad es que para el 31 tenemos muchas fiestas habilitadas. La intención de la Intendencia es que la gente concurra a estas fiestas, porque son las que nos dan las garantías necesarias para estar tranquilos, sabiendo que hay seguridad, servicio médico, baños químicos, inspectores de tránsito. En las fiestas clandestinas no sabemos si se cuenta con todos los requisitos necesarios. Y ya el año pasado tuvimos un caso de una fiesta clandestina que no tenia bomberos, donde se cayó el escenario de la parte vip. Por suerte no hubo lesionados, pero esas son las cosas que queremos evitar”, agrega Piriz. n