En un país donde cerca de medio millón de personas de diferentes edades participaron el sábado 2 de noviembre de la 28° edición de la Marcha del Orgullo LGTB+, no es de extrañar que palabras como 'chongo', surgidas dentro de grupos cerrados, hayan pasado a integrar el lenguaje cotidiano de muchos sectores de la sociedad.
Como todos los años, miles de lesbianas, gays, bisexuales, trans, travestis, intersex, pansexuales, asexuales, grisexuales, demisexuales, no binarios, género fluido y "más" coparon Avenida de Mayo y se congregaron en Congreso. Ante esta celebración, que tuvo la consigna: “Por un país sin violencia institucional ni religiosa. Basta de crímenes de odio”, un equipo de lingüistas especializados en Historia y Género de la aplicación de aprendizaje de idiomas Babbel analizaron algunas expresiones y significados ocultos en los lenguajes gays en la Argentina y alrededor del mundo. El brasileño Vitor Shereiber habló con PERFIL y explicó las particularidades de la Argentina, donde el lenguaje "secreto" de la comunidad homosexual fue tan "exitoso" que se extendió a otros ámbitos.
“Cuando un grupo no tiene libertad para hablar sobre su identidad y sus formas de afecto, puede surgir la necesidad de crear una lengua “alternativa” para comunicarse. Es interesante saber que esa forma de comunicarse no se restringe solo a círculos de amistad. Decir una u otra palabra del argot durante una conversación con personas desconocidas y esperar a ver sus reacciones puede ser un camino sutil para averiguar si ellas son “entendidas” – lo que puede resultar ser el inicio de una amistad o un romance”, expresó Shereiber. Ante esto, se le realizó una serie de preguntas.
—¿Qué encontró al estudiar la forma de comunicación específica de la comunidad gay en Argentina?
—Me parece que las expresiones de la comunidad gay argentina son menos “secretas” que las de otros países. Esto puede significar dos cosas: o la comunidad no siente la necesidad de “ocultar” lo que dice, o tiene tanto éxito que es imposible que un extraño (como yo) encuentre más información sobre el tema. Este es el desafío de buscar idiomas “secretos” o exclusivos.
—¿Qué fue lo que más le sorprendió del relevamiento realizado?
—Me gusta mucho la palabra “chongo” que designa a un hombre gay considerado masculino. Este término del idioma kimbundú se incorporó al lunfardo, jerga de las clases bajas argentinas que surgió en el siglo XIX. Me parece fascinante cómo esta palabra, que todavía se usa hoy en día, lleva consigo tantas marcas de la historia del país.
—¿Considera importante que todos conozcan la jerga?
—Honestamente, no creo que sea necesario que alguien fuera de la comunidad gay aprenda estas expresiones. Después de todo, existen solo para ser utilizados internamente por “iniciados”. Por otro lado, muchas expresiones son divertidas o curiosas incluso para personas ajenas a la comunidad.
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—¿De dónde proviene el término ‘tetera’ de la jerga gay y qué significa?
—La palabra “tetera” se refiere a los baños públicos utilizados para encuentros sexuales. Esta fue (y es) una práctica común en todo el mundo, ya que muchos hombres homosexuales no pueden vivir su sexualidad al máximo. Este es un fenómeno de marginación en su sentido más literal, ya que los baños públicos se encuentran entre los entornos más estigmatizados socialmente. Debido a que es un fenómeno tan marginal, es difícil saber con certeza el origen del término. Esto da lugar a una serie de explicaciones que, sean ciertas o no, son extremadamente interesantes.
Términos. Del análisis de expresiones y significados ocultos en los lenguajes gays en la Argentina y alrededor del mundo, planteado por los lingüistas convocados por Babbel se destacaron los siguientes:
- En la Argentina, como describe el antropólogo Horacio Sívori, existe el 'habla de las locas', término con el cual se llamaba en el ambiente gay a aquellos 'homosexuales asumidos' que imitaban y exageraban estereotipos femeninos. Más allá de este origen, 'loca' se expandió hasta ser uno de los términos más comunes para designarse coloquialmente dentro de la comunidad.
- Como figura de género opuesta y complementaria a la de 'loca', aparece dentro de esta jerga el término 'chongo', que hace referencia a todo hombre de apariencia masculina 'natural', no 'producida', gays que pasan por 'heterosexuales' porque no se les nota. Este término traspasó las barreras de la comunidad gay y es utilizado en la actualidad también por mujeres heterosexuales para referirse a hombres con los que se sienten atraídas sexualmente.
- En nuestro país los 'Paqui', expresión utilizada por los gays para referirse a los heterosexuales (viene de paquidermo, asociándolo a personas aburridas, lentas), tomaron a lo largo del tiempo términos propios del lenguaje de las 'locas'.
- La expresión usada masivamente 'Estar en la joda', por ejemplo, era antes utilizada por los homosexuales de mayor edad, con identidad sexual más discreta.
- La calificación 'musculoca', usada para designar al gay que cuida mucho su físico y va asiduamente al gimnasio, es también muchas veces utilizada por los heterosexuales.
- En Brasil. El argot queer brasileño se llama 'pajubá' y es hablado prácticamente en todo el país, con pocas variaciones regionales. El lenguaje incorpora muchos elementos de las lenguas iorubá, ya que las religiones afro-brasileñas son relativamente abiertas a la homosexualidad. Algunas de esas palabras son conocidas por gran parte de los brasileños, como “erê”, que significa 'niño'. 'Aqué' ('dinero') y 'alibã' ('oficial de policía') son menos conocidas".
- Otra característica del lenguaje gay en Brasil es el uso de nombres femeninos. 'Dar a Elsa', por ejemplo, significa 'robar'. Generalmente, los nombres que se utilizan en estas expresiones están inspirados en actrices de telenovelas y cantantes famosas. Algunas expresiones del pajubá ahora también son conocidas fuera de la comunidad gay debido a su uso en los medios de comunicación. Existe asimismo un diccionario de pajubá llamado 'Aurélia' y su nombre hace honor de forma bromista al famoso diccionario de portugués brasileño: 'Aurélio'.
- En Turquía. En el caso de este país, el 'lubunca' también se difundió cada vez más fuera de la comunidad gay. Este lenguaje se basa en muchas lenguas minoritarias habladas en el país; como el griego, el kurdo y el búlgaro. Sin embargo, la mayoría de las palabras vienen del rumano (idioma hablado por una de las comunidades más marginadas dentro y fuera de Turquía, los gitanos). La influencia del rumano se puede explicar por la experiencia común de marginación sufrida por ambos grupos. Este tipo de lenguajes no suelen ser muy diferentes del idioma del país donde son hablados".
- En Sudáfrica. Además de haber sido el primer país africano y uno de los primeros del mundo en legalizar el matrimonio homosexual, tiene 11 lenguas oficiales y dos argots gays, que son reflejo de las divisiones raciales históricas del país. El 'gayle' surgió en la década de 1950, es hablado sobre todo por los blanco y se basa en el inglés y en el afrikaans e incorpora diversos términos del 'polari0 británico (argot queer del Reino Unido) y jergas de los Estados Unidos. Lo más interesante del gayle, así como del 'pajubá', es que la mayoría de las palabras son femeninas. 'Mónica', por ejemplo, viene de 'money' (dinero); 'Priscilla', de 'policeman' (oficial de policía) y 'Jessica', de 'jewellery' (joyas). El término 'gail', de donde proviene la palabra argot, significa 'charlar'.
- La comunidad negra sudafricana también tiene su argot propio, el 'isiNgqumo', que significa 'decisiones'. Está basado en algunas lenguas nguni, un grupo dentro de las lenguas bantú. En comparación con el gayle, aún no ha sido muy estudiado y documentado. Esa diferencia entre los dos argots sudafricanos refleja las tensiones raciales presentes en la historia del país y que, desafortunadamente, son más fuertes que la experiencia compartida por la comunidad LGBT+".
- En Indonesia. Allí existe el llamado 'bahasa gay', y una de las características es simplemente añadir '-ong' al final de las palabras. Así, 'banci', que significa 'mujer trans', se convierte en 'bancong'. Otra forma para construir palabras es añadir -in- entre las sílabas. Banci, para continuar usando el mismo ejemplo, se convierte en 'Binancin'.
FDSEA