Famatina, un pequeño pueblo situado en el corredor montañoso de La Rioja, interrumpió su sábado de calma debido a una represión policial que provocó quince heridos por las balas de goma y seis detenidos que, al cierre de esta edición, comenzaban a ser liberados. La comisaría permanecía rodeada por los manifestantes que exigían su liberación.
Los incidentes comenzaron al mediodía, cuando terminaba una movilización de repudio a la anunciada presencia del gobernador kirchnerista Luis Beder Herrera, que iba a asistir al acto de asunción de las nuevas autoridades del PJ del lugar.
El gobernador, impulsor de la megaminería a cielo abierto en el cerro Famatina, no es bien visto por gran parte de la población del municipio, que hace un año detuvo la instalación de la empresa minera canadiense Osisko Mining Company. Beder Herrera no fue de la partida, pero su ausencia no detuvo el acto de repudio, que fue reprimido por la policía cuando estaba finalizando.
“¡Nos están reprimiendo otra vez con balas y gases!”. Con esas palabras culminó una de las comunicaciones que tuvo diario PERFIL con Marcela Crabbe, una de las referentes de la Asamblea de Famatina. “Estamos en la comisaría, rodeándola, reclamando que liberen a los cinco detenidos –relataba Crabbe–. Nos empezaron a tirar con balas de goma cuando nos estábamos desconcentrando. Fue muy violento, nos tiraban a tres metros de distancia. Queremos que nos devuelvan a los detenidos. Ahora lo quieren detener al intendente.” Luego, debido a una nueva carga de gases lacrimógenos y balas de goma, la comunicación se interrumpió.
“Estaba en la primera fila de los manifestantes cuando la policía volvió a reprimir –cuenta el intendente Ismael Bordagaray–. Me pegó una bala de goma, pero por suerte no me produjo heridas, porque dio de lleno en mi billetera.”
—¿Cómo empezaron los incidentes?
—Se estaba realizando un acto de repudio a Beder Herrera, quien iba a venir a la ciudad. Al terminar, un grupo de veinte personas del Partido Justicialista comenzó a tirar piedras a los manifestantes. A éste se sumó la policía, que empezó a reprimir salvajemente. Fue una provocación de los partidarios del gobierno, intuyo que van a pedir la intervención del municipio. En este momento, la población se está manifestando en los alrededores de la comisaría.
Al cierre de esta edición, comenzaban a liberar a los detenidos mientras los pobladores preparaban una vigilia en reclamo de su libertad.