Como la mayoría de las adolescentes que egresan del secundario, Florencia Kirchner también es una apasionada del “maratón” de fin de curso: la joven no suele perderse una sola de las fiestas de egresados organizadas por los colegios de zona norte.
En esa seguidilla de vértigo, el festejo imperdible de la semana fue del San Marcos, y ella –estudiante del La Salle– no quiso estar ausente. Llegó tipo dos de la madrugada, con sus dos gigantes custodios (uno de ellos prácticamente no tiene cuello), a los que, como corresponde a cualquier adolescente aún monitoreado por sus padres, ella intenta ignorar –y a veces lo consigue– para sentirse una joven como las demás. La fiesta, la de mayor convocatoria hasta el momento, fue en Pachá, con casi dos mil personas, e incluyó un show de espuma de 45 minutos.
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