El barrio de Flores se ha convertido en el principal centro de oferta de servicios sexuales en la ciudad de Buenos Aires. El número de mujeres y travestis en la zona parece haberse multiplicado desde 2001, al igual que las denuncias de los vecinos, que reclaman una y otra vez mayores controles por parte del Gobierno porteño.
Aunque los vecinos reconocen que en el barrio siempre se ejerció la prostitución, la situación se habría incrementando en forma notable en los últimos años, según una nota publicada hoy por el Diario Perfil.
Cansados de este panorama, los habitantes de la zona han presentado reiteradas denuncias en las comisarías 38ª y 40ª y en la Fiscalía Nº10. Además, reclaman más controles por parte de las distintas dependencias del Gobierno de la Ciudad.
Las denuncias de los vecinos apuntan a la relación existente entre los hoteles de la zona y las trabajadoras del sexo, operativos policiales que nunca terminan en clausuras y peleas constantes en las esquinas más transitadas. Además, dicen que en las plazas se encuentran jeringas y profilácticos a toda hora.
Un relevamiento realizado por el Poder Ejecutivo porteño en base a un pedido de informes, demostró que varios de los hoteles familiares, albergues transitorios y otros locales comerciales no cuentan con constancias de habilitación, tienen los permisos cancelados o dados de baja o figuran como inscriptos en otros rubros.
"Estamos de acuerdo en que es necesario regular la actividad para que no se altere la vida de los residentes, pero quienes deben intervenir son la fuerza policial y la fiscalía, a partir de lo que establece el Código Contravencional”, explicó Manual Izura, subsecretario de Seguridad Urbana de la Ciudad.