Hace un mes, al día siguiente de la tragedia de Once, el juez federal Claudio Bonadío ordenó tapar con lonas negras al tren que chocó contra el paragolpe del andén 2. Justo antes que los dos primeros vagones sean removidos por una grúa, Perfil.com pudo obtener fotografías exclusivas de la formación en la que murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas.
Los otros vagones fueron arrastrados ayer por una locomotora luego que el magistrado diera por concluida la recolección de datos. La formación quedará alojada bajo custodia de la Policía Federal mientras peritos de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) -los de la querella fueron rechazados por Bonadío- analicen el funcionamiento de ese tren el día del hecho.
Mal viaje. A un mes de la tragedia, Perfil.com pudo comprobar esta tarde a las 18, hora pico, las lamentables condiciones a las que los usuarios del ferrocarril Sarmiento siguen sometidos: vagones abarrotados, empujones, arrebatos y demoras permanentes. Todos los trenes partieron con puertas a medio cerrar y personas colgadas del estribo.
"Es que si no salen, queman los trenes", señaló a este portal el encargado del kiosco del andén 4 de la estación Miserere.
El santuario donde los familiares de las víctimas ubicaron fotos y flores para recordar a sus seres queridos quedó reducido a menos cuatro metros de largo y está sostenido por un cartón de poco grosor. El acceso al andén 2, donde chocó la trágica formación 3.772, está completamente bloqueado e incluso custodiado por agentes de seguridad privados.
(*) De la redacción de Perfil.com.