El empresario Franco Macri, se refirió por primera vez al escándalo de las escuchas en la ciudad de Buenos Aires. No fue para defender la inocencia de su hijo, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, sino para rebatir a su yerno, Néstor Daniel Leonardo, que la semana pasada ventiló una interna familiar frente al juez Norberto Oyarbide.
En una carta que reproduce el diario La Nación, el titular de SOCMA replica a Leonardo y en tono despectivo, habla de su condición de parapsicólogo: "Días pasados un personaje sin otro logro que exhibir ante la sociedad más que el ejercicio de misteriosas actividades esotéricas, se sintió en libertad para imputarme falsamente supuestos actos de persecución y hostilidad en su perjuicio en los que, seguramente, ni él mismo cree".
En otro pasaje, Macri sugiere que su yerno se casó con su hija por un interés económico al señalar que "no exhibe mayor mérito que haberse granjeado un confortable pasar sin otro predicamento que el de haber contraído un matrimonio por conveniencia (O, mejor dicho, un matrimonio para su propia y personal conveniencia)".
En otro de los párrafos, sostiene que durante años se encargó del "bienestar y la seguridad" de sus hijos como una "preocupación excluyente" en su vida e insiste con las presuntas "conveniencias" de Leonardo: "Ese es el caso de mi muy querida hija Sandra que junto a sus muchas cualidades espirituales une desde su más tierna infancia hasta la actualidad elevadas dosis de ingenuidad y candidez, dotes que parecen haber sido un imán irresistible para potenciales cazafortunas y oportunistas".
En su declaración testimonial ante el juez Oyarbide, a cargo de la investigación por las escuchas, Leonardo acusó abiertamente a los Macri (Franco y Mauricio) de ser los responsables de la intervención de su teléfono y llegó a decir que su suegro le ofreció dinero para que deje a su hija, con la que contrajo matrimonio en 2004.
"Lo cierto es, sin embargo, que si el nombrado ha sido víctima de algún tipo de ilícito sonsacamiento mal hace en atribuírmelo a mi sino que, antes bien, debiera dirigir su mirada hacías las exéntricas y sectarias actividades que lo tienen como protagonista y tal vez allí encuentre la explicación de aquello que, con tanta ligereza, busca atribuirme", concluye Macri su carta.