En pleno Bajo porteño y frente a las torres de oficinas de Catalinas, Buenos Aires se prepara para abrir su propio mercado de productos gourmet. Se trata del futuro Mercado de los Carruajes, un proyecto gastronómico que apunta a erigirse en la esquina de Alem y el pasaje Tres Sargentos, en el edificio donde antes funcionaban las caballerizas y cocheras de carruajes que utilizaron los presidentes argentinos hasta principios del siglo pasado. Hoy, el predio está casi desocupado y se utiliza sólo como garaje de autos oficiales.
La idea nació a partir de una propuesta privada, realizada por el holding Atheneé Group, de abrir un mercado al estilo de La Boquería en Barcelona, o el Borough Market londinense en ese lugar. La iniciativa fue bien recibida por la Ciudad y en base a ésta se lanzó una licitación pública cuyo ganador se conocerá el próximo miércoles 18.
La compulsa apunta a que una empresa privada se quede con la concesión del predio por cinco años –por lo que no será necesario su tratamiento en la Legislatura– con un canon base establecido de $ 145 mil. Según se explica en los considerandos del decreto Nº 250/17, el plan apunta a crear “un mercado minorista gourmet que permita incentivar la cultura culinaria de la Ciudad de Buenos Aires y de las diferentes regiones del país, y así generar un polo relacionado con la alimentación argentina, dando a los productores independientes de todo el país y a las marcas líderes en productos de calidad un espacio para mostrar y comerciar”.
En otra parte de las especificaciones del pliego, en tanto, se pide a los oferentes que tengan en cuenta los diferentes perfiles de las personas que pueden concurrir al mercado, dado que la zona es muy transitada tanto por oficinistas, turistas y residentes de la zona.
En pugna. Respecto de Atheneé Group, se trata de un grupo inversor de capitales argentinos que “percibió la falta de un mercado de estas características en la Ciudad”, aseguraron fuentes cercanas a la operación. De todas maneras, otro holding de capitales españoles también se habría presentado en la licitación. Se trataría del grupo Mercasa, una firma que cuenta con antecedentes a la hora de gestionar centros comerciales de productos alimenticios y complejos de distribución mayorista en España y otros países europeos.
Una vez que se conozca el ganador, se estima que el futuro espacio gastronómico abrirá sus puertas a fines del año que viene. Sin embargo, y más allá de la idea del mercado en sí, la propuesta apunta a que ese espacio gastronómico también se convierta en un lugar de paseo. De concretarse este proyecto, se sumaría al futuro mercado que la Ciudad impulsa en el Barrio 31 y a la reconversión del tradicional mercado de San Telmo (ver aparte).
“El proyecto abarcará todo el sector de la planta baja y terraza, ya que en el lugar se podrán comprar y degustar los diferentes productos gourmet. Se trata de una inversión privada en la que la Ciudad sólo pone el inmueble”, informaron fuentes gubernamentales a PERFIL.
El edificio donde se instalará el mercado consta de dos plantas, y su exterior se destaca por el clásico revestimiento de ladrillo a la vista.
También cuenta con una cúpula y arcadas que forman parte de la recova de la calle Alem al 800. Los marcos de bronce y puertas de maderas que tiene el edificio son otra de las características del espacio. El interior del inmueble, en tanto, se caracteriza por los vitrales, adoquines y mayólicas del siglo XIX.
Si bien para los porteños que transitan a diario por la zona pasa desapercibido, pocos saben que el edificio pertenecía a la Compañía Italo de Electricidad que funcionaba sobre el tradicional pasaje Tres Sargentos. En los últimos meses, el inmueble fue traspasado a la Ciudad.
Otras propuestas en marcha
Dentro del megaplán de urbanización que el gobierno porteño desarrolla en la Villa 31 y 31 Bis de Retiro figura el proyecto de instalar un polo gastronómico con una feria de productos y un mercado de materias primas y comidas típicas y regionales de similar estilo a los ya instalados en Europa. Se trata de un plan en el que la comercialización de productos locales y exóticos puede ser una marca registrada, además de una atracción turística. Con las obras en marcha, se estima que para julio o agosto del año próximo abrirá sus puertas.
El proyecto consiste en transformar un viejo galpón abandonado en la entrada de la villa, sobre la calle 4, para convertirlo en un mercado gastronómico. La idea es que allí se vendan productos regionales y que además sirva como punto de referencia para la provisión de diferentes restaurantes de la Ciudad.
Mientras que en el caso particular del Mercado de San Telmo, desde hace unos meses sus clásicos y tradicionales locales de antigüedades, carnicerías y verdulerías conviven con puestos de productos gourmet, restós, vinerías y cafeterías. El mercado fundado a fines del siglo XIX vive una verdadera renovación.
El primer local gourmet que se instaló fue Coffee Town, donde se sirven cafés de todo el mundo, desde Guatemala hasta Sumatra. Comenzó a funcionar en 2010 y no paró de crecer. Los visitantes también se topan con una panadería francesa, hamburguesas y hasta locales de cocina vietnamita o suiza.