La presidenta de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICIOP), Viviana García exhortó hoy a la presidenta Cristina Fernández “que de ya instrucciones a sus funcionarios para terminar mañana mismo con las trabas a la importación de material biomédico”.
Según denunciaron desde el gremio con 14.000 trabajadores de los 77 hospitales bonaerenses, "la falta de insumos la vamos a pagar en vidas humanas: hoy ya nos hemos quedado sin suero en los hospitales, por lo que se suspendieron las cirugías programadas para atender emergencias y hemos llegado a un límite general impensado por la falta de todos los insumos básicos para poder tener los hospitales funcionando y atendiendo a la gente, teniendo que hacer en los último días trueques entre hospitales, jeringas por sueros, por ejemplo”.
Por ello, la flamante titular de la CICOP exigió esta tarde a las autoridades “que atiendan de manera urgente la situación de emergencia a la que llegamos por las trabas del Gobierno Nacional a la importación y también por la falta de pago a los proveedores por parte del Gobierno Provincial, factores que nos hicieron llegar al día de hoy a una situación alarmante y en el marco de una política de ajuste en la provincia y en el país”.
Según García, “el crítico panorama tiene como origen, fundamentalmente, acciones corresponsables del gobierno provincial y el nacional. Desde Nación se cierran las importaciones sin prever que en el caso de los insumos hospitalarios la producción nacional no alcanza a abastecer el mercado interno.
“Tampoco pueden funcionar los laboratorios porque faltan reactivos para realizar los distintos estudios – continuaron - y hubo un gran retroceso en la calidad de atención que se está brindando a los pacientes, como por ejemplo, en las áreas quirúrgicas no se pueden reparar los electrobisturís por falta de presupuesto, volviendo a prácticas quirúrgicas abandonadas hace años”, siguió la dirigente sindical.
“La falta de repuestos importados y el no pago a proveedores también provoca que, por ejemplo, cuando los tomógrafos se rompen pasan hasta un año sin funcionar y, en muchos casos, pacientes oncológicos esperan largo tiempo para hacerse una tomografía, sabiendo que este estudio es urgente para su seguimiento y la implementación del tratamiento adecuado”, detallaron en un comunicado.