Jorge Ibáñez no solo se metía en el placard de las famosas y modelos. También lo hizo con las políticas. Un ejemplo es la vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal, quien en 2013 decidió cambiar su estilo de cara a las próximas elecciones.
En mayo de ese año estuvo en la gala de la fundación Make-A-Wish y su cambio llamó la atención. Para aquella ocasión eligió un diseño de Ibáñez.
Luego de sorprender a todos, el modista señaló a Perfil: "El vestido era en jersey de seda natural negro con un cuello a la base bordado al tono. De líneas al cuerpo con drapeado al costado. Muy sobrio, pero que destacaba la figura de María Eugenia".
Obviamente, vestir a Vidal era distinto que a las mujeres del espectáculo, acostumbradas a pasar horas eligiendo un vestido: "Es una persona que se deja aconsejar. Y como es una mujer que tiene mucho trabajo y no tenía mucho tiempo fue todo muy rápido. Una persona muy permeable, muy tranquila y amorosa. De hecho, ella no me pidió nada en especial. Y si bien el vestido no lo permitía, ella no quería muchos accesorios y sólo usó una pulsera, aros discretos y una cartera de Luna Garzón", agregó.
Los flashes, automáticamente, se acercaron a Vidal. Ella se mostró feliz: "Tenía que estar bien vestida. Me presentaron a Jorge Ibañez y me hizo ese vestido; le pedí algo elegante y sencillo porque soy una persona de perfil bajo. Si me ves en casa estoy todo el tiempo en jeans pero hay momentos en los que hay que estar bien", dijo.
Opinión presidencial. Para la inauguración de los festejos por el Bicentenario, en 2010, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner optó por un atuendo descontacturado que incluyó clásico peinado, sweater negro con detalles brillantes, pollera suelta animal print y botas altas al tono.
Ese día, Perfil pidió la opinión del modista, quien no dudó en afirmar que, ese día, Cristina "estuvo muy correcta en la elección, se la veía muy cómoda".