En la esquina de Corrientes y Pasteur, a solo tres cuadras de donde el 18 de julio de 1994 estalló la sede de la AMIA, Laura Ginsberg, fundadora de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la Amia (APEMIA) denunció al gobierno de Cristina Kirchner, al de Mauricio Macri y a las direcciones de AMIA y DAIA por los 15 años de impunidad y encubrimiento de la masacre de la AMIA.
“APEMIA ha decidido no levantar este acto porque entiende que la peor pandemia es la de la impunidad”, aseguró Ramiro Geber antes del discurso de Ginsberg y en medio de adhesiones de políticos y agrupaciones sociales. La referencia apuntó a que por primera vez en los años posteriores a ese fatídico lunes de invierno las autoridades de la mutual, en conjunto con agrupaciones de familiares de las víctimas, no llevarán adelante esta tarde el acto tradicional.
La determinación, según las autoridades de la AMIA, responde a las medidas de prevención de la gripe A y a la víspera del shabat, el día de descanso en la religión judía. Para APEMIA, los motivos fueron diferentes. “La dirección judía mando a levantar cualquier acto público a espaldas de su propia comunidad porque comparten la voluntad política del gobierno del matrimonio Kirchner de poner ya un punto final al tema AMIA”, expresó Ginsberg.
Impunidad. “Cuando se cumplen 15 años del brutal atentado, estamos frente a un acuerdo político de los principales responsables del encubrimiento que incluye hasta dejar de hablar del atentado a la AMIA. En este acto venimos a denunciar al gobierno de Cristina Kirchner, al gobierno de (Mauricio) Macri y a las direcciones de AMIA y DAIA por los 15 años de impunidad y encubrimiento de la masacre de nuestros familiares y amigos”.
Según las palabras de Laura, que perdió a su marido aquella mañana, este año se da una situación inédita. “A diferencia del pasado, para este nuevo aniversario el gobierno de Cristina Kirchner ya ni siquiera promete terminar con la impunidad y el encubrimiento de los asesinos”.
Al respecto, Ginsberg recordó que, como se desprende de sus declaraciones, la intención del fiscal Nisman es hacer creer a la población que el atentado está esclarecido y que si quienes organizaron la voladura no caen es responsabilidad de las autoridades internacionales. Recordemos que Nisman apunta a funcionarios iranies, de quienes incluso hay pedido de captura a Interpol.
Ginsberg apuntó también contra la Corte Suprema. “El camino que eligió la corte muestra que no van a ningún lado. Cómo pueden alentar nuevas investigaciones si no ordenan abrir los archivos secretos y no mandan a echar a Nisman, que se ocupa de mantenerlos cerrados incluso para la revisión de los mismos jueces”.
“El gobierno Kirchner y el fiscal Nisman por un lado y la corte suprema por el otro, con el estricto sostén político de AMIA y DAIA y de todo el arco político que posa de opositor, encaminan la causa judicial por una vía muerta. La de los juicios testimoniales, simbólicos, sin importancia real”, concluyó Laura.
La designación de “Fino” Palacios al frente de la futura policía metropolitana también fue blanco de fuertes críticas. “Macri se presenta como el hombre del futuro, como si fuera un estadista. Pide que le reconozcan su derecho a organizar el cuerpo de represión de la Ciudad de Buenos Aires y por eso designa al ex comisario Palacios y le elogia sus medallas. Palacios ha recibido medallas que están manchadas con sangre. Y Macri, su ministro de seguridad y la AMIA y la DAIA lo saben y lo defienden con el argumento de que aun no fue condenado por los jueces”.
(*) redactora de Perfil.com