Un tormenta con fuertes ráfagas de viento y granizo azotó anoche la ciudad de Rosario y sus alrededores, y dejó como dramático saldo cuatro víctimas fatales, además de numerosos heridos. El viento, de hasta 90 kilómetros por hora, hizo que cayeran decenas de árboles, hubo anegamientos en casi todos los barrios, roturas de vehículos y en el peor momento de la tormenta el 80 por ciento de la ciudad quedó a oscuras. El suceso sorprendió a los rosarinos ya que, según indicaron los medios locales, el pronóstico difundido ayer por el SMN no anticipada tormentas.
Raúl Rainones, coordinador de Defensa Civil de Rosario, confirmó los decesos y señaló que el estado de los heridos no reviste gravedad. La violenta precipitación (cayeron 46 milímetros en una hora), dejó un panorama desolador, con árboles caídos sobre viviendas y vehículos y rotura de mampostería en toda la ciudad, indicaron voceros de la repartición.
Dos de las víctimas fatales se produjeron al desplomarse una carpa de una iglesia evangelista en la esquina de Sorrento y Provincias Unidas, en la que había reunidas decenas de personas.
Además, el diario La Capital señaló que "un hombre murió por electrocución en una vivienda ubicada en Juan José Paso y Banco Nación, y otro en Juan Manuel de Rosas y Montevideo". Los árboles caídos provocaron el corte de miles de cables que se convertían en peligro latente.
La tormenta comenzó a azotar esta ciudad poco antes de las 21 y, en pocos minutos, distintos barrios de las zonas norte, oeste y sur se vieron afectados por inundaciones y anegamientos.
Además, en el distintos barrios de la zona norte los vecinos reportaron granizo de gran tamaño, señalaron las fuentes. Defensa Civil atendía esta noche a decenas de viviendas afectadas por el agua, mientras el servicio eléctrico comenzaba lentamente a restablecerse.
El fenómenos climático también afectó las ciudades santafesina de Arequito, Esperanza y Rafaela, y el norte de la provincia de Buenos Aires, sobre todo en San Pedro. Hasta la