Una mujer fue procesada por regentear un burdel en el marco de una investigación que comenzó por la denuncia de un anciano que se enamoró de una prostituta de 22 años que trabajaba en el lugar y quien le había dicho que estaba allí contra su voluntad pues sus padres la habían " vendido", informaron fuentes judiciales.
El origen de la causa fue una historia de amor en la cual un suboficial retirado de la Policía Federal, de 74 años, denunció que en un departamento de la calle Maipú 631, de esta Capital, había una muchacha 52 años menor que él, quien le dijo que había sido vendida por sus padres y que los encargados del lugar le retenían los documentos y no la dejaban ir manteniéndola virtualmente secuestrada.
El procesamiento lo dictó el juez federal Ariel Lijo y alcanzó a Ana Susana Carta, de 54 años; a quien el magistrado le imputó "prima facie" la calidad de partícipe necesaria del delito previsto y reprimido en el artículo 17 de la ley 12.331 (de profilaxis antivenérea) que castiga con pena de multa a "los que sostengan, administren o regenteen, ostensible o encubiertamente, casas de tolerancia".
Fuente: Télam