La Justicia dispuso hoy que la docena de chicos alojados en un hogar del barrio de Chacarita dependiente de la Fundación Felices los Niños, que se resistían a ser desalojados, continúen viviendo un tiempo más en esa sede, pero sólo bajo el cuidado del Arzobispado porteño, y prohibió en forma tajante que personal de la entidad que presidía el cura Julio Grassi pueda acercarse a los menores. Así lo resolvió esta noche la jueza de Menores Myriam Rustán de Estrada, al disponer que el Hogar San José Obrero, de la calle Charlone al 700, siga funcionando temporariamente con los doce chicos que no querían irse.
En la resolución a la que accedió DyN la jueza responsabilizó por la imposibilidad del desalojo a la "obstaculización generada por particulares que (como es) público y notorio responden a la Fundación Felices Los Niños y al presbítero Julio César Grassi".
Y denunció la "deliberada desobediencia de la Policía Federal, a través del titular de la comisaría 37, comisario inspector Ricardo Raúl Pedace", para cumplimentar la medida.
Además, la jueza prohibió que pueda entrar al predio personal dependiente de la Fundación o voluntarios de la entidad. La jueza tomó la decisión luego de los violentos incidentes del viernes pasado, en el marco del desalojo que iba a cumplir tras la denuncia de abusos y malos tratos registrados allí.
Ese día hubo golpes e incidentes cuando los chicos se resistieron a dejar el lugar, en medio de una defensa acérrima a la figura de Grassi, creador de la fundación y actualmente enjuiciado por presunto abuso y corrupción de menores. Por esos hechos Grassi podría recibir penas de hasta 37 años de prisión. Esta noche, por C5N Grassi aseguró que esta situación es "muy dolorosa" y volvió a elogiar las tareas del hogar de Chacarita. También minimizó las denuncias de abuso que se formularon.
Mientras tanto, a 72 horas de esos incidentes, y luego de un fin de semana de tensión en el hogar, la jueza resolvió dejar a los menores alojados pero bajo el cuidado del Arzobispado local. Fue después de hacer hincapié en la "grave situación abusiva a la que se ha sometido a los niños", sostuvo. "Los hechos son de tal gravedad que no es posible consentir la manipulación de los niños por quienes debían velar por su cuidada. Corresponde entonces acudir a una institución que posea la autoridad moral necesaria para impedir el avasallamiento sistemático de los mas elementos derechos del niño", aseveró.
Fuentes judiciales indicaron a DyN que la magistrada dio por terminada la intervención del Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno de la ciudad como autoridades del hogar. Y ordenó que los menores queden bajo la tutela del Arzobispado porteño porque fue a través de esta entidad -y del obispo auxiliar Horacio Benites Astoul- que se realizó la denuncia inicial sobre los presuntos abusos y malos tratos.
"Surge el interés puesto de manifiesto por las autoridades de la escuela ya que fueron ellas quienes pusieron en conocimiento de la autoridad eclesiástica los aberrantes hechos ocurridos dentro del hogar", dijo la magistrada en su fallo.
La jueza buscó una autoridad que, dijo, sea "un referente genuino y desinteresado, que no ejerza actos de manipulación sobre sus personalidades en formación". Según indicó, el Arzobispado deberá nombrar un director, un subdirector y un tesorero para que se haga cargo del lugar. Estos doce menores que no quisieron abandonar el hogar permanecerán alojados allí hasta que los jueces que entienden en cada uno de sus casos particulares definan su situación.
"El Arzobispado deberá ejercer la guarda hasta tanto los jueces naturales de cada uno de ellos disponga la reubicación de cada de ellos en un hogar que contemple sus necesidades afectivas, psicológicas y materiales", aseveró la jueza.
Precisamente, el fallo advirtió que, durante esta etapa, "conforme a los graves hechos vividos a lo largo de estos años por los menores, se encomienda especialmente al Arzobispado la atención psicológica y espiritual de los niños". Mientras, los otros chicos que ya fueron traslados porque aceptaron retirarse se quedarán viviendo adonde ya fueron llevados, indicaron fuentes judiciales a esta agencia.
Esta tarde, antes de firmar la resolución, la jueza mantuvo una reunión con la vicepresidente del Consejo de Derechos del Niño y Adolescentes porteño, Gladys Suárez, para analizar la situación con los profesionales del establecimiento. Voceros señalaron que "la magistrada buscaba que la policía garantizara un traslado seguro de los menores para cumplimentar el desalojo, pero no tuvo el apoyo de la policía que esperaba".
La denuncia inicial de monseñor Benites Astoul alertó sobre el supuesto intento de suicidio de un nene de ocho años. Según el fallo de la jueza que ordenó el desalojo, el hogar "es un sitio en el que se instaló la ley de la selva, el miedo, las amenazas, los golpes y el maltrato, además de las prácticas sexuales con los más débiles y pequeños". Hoy, en su nuevo fallo, remarcó "la grave situación abusiva a la que han sido sometidos los niños" y alertó que "no es posible consentir la manipulación de los niños por quienes debían velar por su cuidado".
Fuente: DYN