Dicen que cuando dos personas se aman profundamente, la diferencia de edad que pueda existir entre ambas poco importa. Sin embargo, todo tiene un límite... Muy especialmente cuando uno de los protagonistas es menor de edad y el otro –en este caso la otra- tiene 39 años...
La noticia sacudió la habitual calma del barrio La Estanzuela, ubicado al oeste del departamento de Godoy Cruz, en la provincia de Mendoza: la profesora de gimnasia (hoy sin trabajo), Carina Troilo, está de novia desde hace poco más de dos meses con Leo, un adolescente de tan sólo 15 años que vive con su mamá, de 36, su papá, de 41, y dos hermanitos.
“Con Leo nos conocimos chateando a través de un fotolog en donde yo había puesto una fotografía mía y él una foto en un equipo de fútbol”, confiesa Carina a través del teléfono. “En un primer momento, Leo me dijo que tenía 20 años. Y en las fotos que me mandaba daba la sensación de tener esa edad porque es un muchacho alto y corpulento”, cuenta la mujer. Y continúa con el relato: “El día que me propuso ser su novia me confesó que tenía 15. Al principio no le creí porque no los aparentaba, y después casi lo mato. Pero después de pensarlo bien, nos dimos cuenta que la diferencia de edad no era ningún obstáculo para nuestro amor”.
La nota completa, en la edición de la Revista Semanario