Distendida y sonriente. Así se vio a la modelo dominicana Zahina Rojas al salir de los tribunales de Comodoro Py. No era para menos: el juez Norberto Oyarbide acababa de ratificar su libertad después de haberla detenido el miércoles pasado.
Rojas había sido demorada por su presunta vinculación con la banda de “narcos vip” pero fue puesta en libertad a las pocas horas.
La modelo, que está procesada en la causa, llegó a los tribunales porteños ayer a las 10 de la mañana para prestar declaración. Lo hizo junto a un amigo y uno de sus abogados, Pablo Scorzato. “No tengo vínculo con ninguno de los detenidos”, dijo Rojas, en un breve contacto con PERFIL. “Si no fuera así –agregó–, no estaría en libertad de un día para el otro”.
La joven modelo declaró durante más de tres horas y negó formar parte de una red de distribución de droga que supuestamente tiene como principales clientes a distintas personalidades del ambiente de la farándula.
Según fuentes vinculadas a la investigación, la modelo aparecería mencionada en las escuchas telefónicas que obran en la causa. Scorzato confirmó la versión pero aclaró que “ella no tiene vinculación con los detenidos”.
Rodolfo Bomparola es el único de los sospechosos que Rojas conoce. Es su vecino. Ambos viven en el barrio porteño de Las Cañitas (ver nota principal).
El abogado explicó que su clienta fue detenida en su casa, cuando estaba durmiendo. “No secuestraron nada y es mentira que estaba vendiendo droga”, aseveró. “Ahora va a haber algunas medidas de prueba que estarán a cargo del juzgado, donde van a acreditar los dichos de mi defendida o las vinculaciones que se puedan establecer”, agregó.
Su futuro procesal será definido en los próximos diez días, el plazo máximo que tiene el juez Oyarbide.
Quién es. Rojas es una modelo publicitaria vinculada a varias marcas y cercana a distintas personalidades de la farándula. Se hizo conocida mediáticamente cuando fue vinculada sentimentalmente con el actor Gastón Pauls.
En su cuenta de Twitter se presenta como una persona que ama “hacer feliz a las personas”, que odia “las mentiras y la gente falsa”. También aclara que sabe “más de lo que debería saber”.
El jueves pasado, apenas recuperó su libertad, escribió: “Ahora quiero las disculpas públicas... esto no va a quedar así... quiero hablar públicamente y que me pidan disculpas”.
Pocas horas después anunció que se había reunido con su abogado y que estaba “bien”. “Cuando esté más informada de la causa, hablaré. Les pido prudencia”, tuiteó en un claro mensaje a los periodistas de distintos medios que intentaron entrevistarla.
Arturo Villanueva, su representante, dijo a PERFIL que la acusación contra ella le causó un daño grave a su carrera. “Ella no tiene nada que ver”, enfatizó.