Las firmas falsas de la docente Susana Acosta que figuraban en el registro de asistencia del colegio Padre Roque Correa el día que desapareció la maestra Beatriz Argañaraz, no fueron realizadas por ninguno de los tres empleados del establecimiento, quienes estaban sospechados de encubrimiento, según surgió de un peritaje realizado por orden judicial.
Según los resultados del estudio, las rúbricas realizadas por las docentes Stella Maris Amduni, Silvia Costilla -cuñada de Acosta- y por el portero Julio Díaz "no presentan correspondencia" con las plasmadas en el registro a nombre de Acosta los días 31 de julio y 1 de agosto, cuando desapareció Argañaraz.
"Estas conclusiones no nos dejan conformes. Se trata de un informe de sólo cinco líneas, razón por la que solicitaremos que sea un perito de la Corte Suprema de Justicia que analice estas rúbricas", aseguró Leonardo Coria, abogado de la familia Argañaraz.
En ese sentido, Coria insistió en que "la pericia no fue realizada por personal especializado, motivo por el cual se pedirán nuevas pruebas -incluso a otros empleados- y hasta la intervención de peritos de parte, si es necesario".
Los peritajes caligráficos apuntan a determinar quién falsificó en el libro de asistencia del establecimiento las firmas de Acosta los días 31 de julio y 1 de agosto, en los que se produjo la desaparición de Argañaraz, con el fin de justificar que la ex religiosa ahora detenida y procesada había concurrido a la institución.
La querella está disconforme con los resultados de la pericia porque sospecha de Costilla y de Amduni, quienes el día que desapareció la docente mantuvieron cuatro comunicaciones telefónicas con Acosta.
Si finalmente se confirma que ninguna de las firmas de los tres empleados coinciden con la que figura en el libro, la fiscal Adriana Giannoni citará a otros trabajadores del establecimiento porque considera clave saber quién efectuó la rúbrica.
Beatriz Argañaráz desapareció el 31 de julio pasado cuando se dirigía hacia la escuela Padre Roque Correa donde se desempeñaba como docente.
Por el caso hay dos detenidas, Acosta y Nélida Fernández mientras que el hermano de ésta última se encuentra prófugo.
La fiscal Giannoni, a cargo de la causa, trabaja sobre la pista en la cual se vislumbra alguna diferencia laboral entre las imputadas y Argañaraz, que estaba a punto de ser nombrada directora del colegio.