Un hombre que pasó un cuarto de siglo tras las rejas por violación fue condenado hoy a la pena de 44 años de cárcel por una serie de abusos sexuales cometidos apenas seis meses después de haber conseguido la libertad, con lo cual ahora, de cumplir la condena completa, saldría de la prisión a los 99 años de edad.
La pena fue resuelta por el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de Morón que determinó que Mario Olivera, de 55 años, es responsable de la violación de cinco mujeres, quienes lo habían reconocido como su agresor. La Fiscalía había pedido 50 años de cárcel, pero finalmente los jueces no consideraron agravantes ciertos puntos que había solicitado el Ministerio Público y le impartieron 44 por la reincidencia.
Olivera ya había estado preso desde 1981, cuando fue detenido por un robo y luego fue reconocido por un grupo de mujeres que habían sido violadas. Pero en enero de 2006, al cumplir los 25 años de prisión, consiguió la libertad, y apenas seis meses después volvió a ser arrestado por amenazar a sus víctimas, robarles y llevarlas a un descampado donde las violó.
Tras la sentencia, el fiscal Marcelo Varona Quintián explicó que el acusado había tenido una "condena de reclusión perpetua por tiempo indeterminado por el delito de violación que cumplió íntegramente".
"En ese momento se le impuso la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado y es decir que no salía nunca más. Pero luego la legislación se modificó y por eso se revisó la situación de este hombre y salió a los 25 años de condena. Antes de los seis meses, volvió a abusar", explicó Varona Quintián.
En declaraciones a Radio 10, el fiscal subrayó que este sujeto "no ha cambiado" y que "evidentemente ni siquiera más allá del tratamiento que ha sufrido" durante la condena pudo regenerarse, ya que Olivera "volvió a decidir violar en cinco oportunidades" más.
Cuando le preguntaron si era un psicópata, el fiscal rechazó de plano esa posibilidad: "No se comprobó una situación de alguien que no pudiera comprender la criminalidad o que no pudiera dirigir situaciones". "En las dos causas fue imputable. Es una personalidad con rasgos psicopáticos, en donde el otro le importa muy poco. Pero no es psicópata", resaltó.
De hecho, la defensa de Olivera -que no asistió hoy a la lectura de la audiencia, al igual que el imputado- había solicitado su absolución, pero por entender que se había incurrido en una nulidad apenas se lo detuvo que obligaba a hacer caer el proceso en su contra.
Fuente: DyN