Empleados del Casino Flotante de Puerto Madero, nucleados en los gremios ALEARA y SOMU, que el último viernes mantuvieron una batalla campal en las instalaciones de ese local, marcharon juntos este mediodía hacia tribunales porteños para reclamar "seguridad y continuidad laboral".
Poco antes de las 12, unos quinientos trabajadores de ambos sindicatos caminaban por la calle Talcahuano desde la Plaza de la República, donde está emplazado el Obelisco, tras concentrarse allí horas antes.
Los manifestantes reclamaron una audiencia con la jueza María Servini de Cubría, quien tiene a cargo la causa abierta tras los incidentes ocurridos el viernes último en el interior del barco de juegos de azar.
El delegado de los trabajadores Leonardo Bonelli explicó que entre los manifestantes "hay trabajadores de todos los gremios, incluido el SOMU", quienes exigen que "el Casino nunca más vuelva a ser una zona liberada".
"Vamos a ir a buscar la garantía para la reapertura de la fuente de trabajo. Aquí no hay disputas intersindicales; este es un conflicto que despertó apoyo y solidaridad de trabajadores de todo el país y organizaciones sociales y de derechos humnanos", resumió el delegado.
En ese sentido, manifestó que "la decisión de todos los trabajadores es que se salvaguarden los puestos de trabajo, la intregridad física de los compañeros y la seguridad dentro del casino".
La manifestación, que amenazaba con extenderse hasta avanzada la tarde, causó un caos de tránsito vehicular en Tribunales y aledaños. Frente a Tribunales, durante un breve acto, fue leido un documento conjunto de los trabajadores en el que reclamaron medidas de seguridad. "Nuestras familias preguntan si volveremos a nuestro hogar", dijeron a modo de ejemplo de la situación que viven desde hace un tiempo.
El documento exigió, también, " que no haya más matones ni patoteros, ni en el Casino, ni en el Subte, ni en el Hospital Francés", y le recordó "al gobierno" que "la sociedad toda es agredida por el accionar mafioso de quienes aseguran su impunidad".
Además, los manifestantes pidieron a la Jsticia que "tome medidas para garantizar la fuente de trabajo, la seguridad y la apertura del casino para todos y en jornadas dignas". Esa alusión tiene que ver con trabajadoras embarazadas que sufrieron abortos espontáneos presuntamente por las condiciones de trabajo a las que se ven sometidas.
Condena a los violentos incidentes. En un comunicado conjunto, el gremio de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA) y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) repudiaron ayer la refriega en la que al menos diez personas sufrieron heridas y atribuyeron el origen de los disturbios a una aislada "patota de sindicalistas del SOMU, avalada y protegida por la empresa" que explota el Casino Flotante.
Empleados de ambos sindicatos protagonizaron el viernes un enfrentamiento, en otro episodio relacionado con la histórica disputa de encuadramiento gremial en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Hasta comienzos de este año, el Casino de Puerto Madero era propiedad de la empresa española CIRSA. Pero ahora el dueño del 50% es Cristóbal López, un empresario patagónico de buena relación con el presidente Néstor Kirchner.
En este contexto, el SOMU está intentando quedarse con el encuadramiento gremial de unos 1.500 trabajadores (del total de 2.000 del Casino) que están afiliados a ALEARA.
Los incidentes del viernes ocurrieron cuando trabajadores representados por ALEARA participaban en una asamblea general, que se realizaba en el Casino Flotante.
Los disturbios comenzaron frente al barco y continuaron en la embarcación, donde fueron destrozados varios sectores, por lo que intervino la Prefectura para separar a los empleados.
Fuente: DyN