SOCIEDAD

Meteorólogos se quejan de la falta de radares

Lo dice hasta el propio director del Servicio Meteorológico.

Más previsión. Hace dos años, los especialistas no se ponían de acuerdo sobre la necesidad o no de realizar inversión tecnológica para emitir alertas. Hoy ya no lo dudan.
| Cedoc

Por primera vez, los meteorólogos coinciden en que hacen falta radares para prever fenómenos climáticos como los que esta semana provocaron desastres en la Argentina. La salida de funcionamiento del radar de Ezeiza que vigila el área metropolitana debido a un problema de interconexión, a cargo de la empresa Global Crossing, que no pudo ser rehabilitado rápidamente “por tratarse de un feriado”, según el director del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), puso en cuestión las alertas y su precisión.

El 21 de agosto de 2010 este diario había publicado las peleas entre grupos de meteorólogos debido a la propuesta de armar un servicio meteorológico porteño (que ahora funciona en un pequeño espacio en los bosques de Palermo). Entonces, había quienes defendían la necesidad de más radares y quienes pensaban que no hacía falta. Hoy ya no hay ninguno que crea que la Ciudad y su Conurbano estén bien radarizadas. Héctor Ciappesoni, director del SMN, le dijo ayer a PERFIL que hacen faltan dos radares más para tener triangulada la zona ante posibles tormentas. Salen aproximadamente US$ 1,5 millón y la empresa Invap está detrás de un proyecto para cubrir esa demanda. Hace dos años y medio, Ciappesoni no pensaba lo mismo cuando aseguraba que “la Ciudad es la más vigilada del país; otro radar no sumaría más información”.

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En cambio, Mauricio Saldívar, meteorólogo de Canal 13, mantiene su postura de la necesidad de vigilar más la zona. “A las cinco de la tarde del martes, la última imagen de La Plata tenía 12 horas de vieja. Más allá de que haya sido un problema ajeno al SMN, ni ellos ni nosotros (meteorólogos externos) disponíamos de información vital para ver la evolución de la tormenta. De hecho, mis pronósticos fueron a ciegas”, se lamenta. El panorama es, incluso, de más ineficiencia para el área platense: “La información de la estación meteorológica de La Plata se obtiene hasta las 21 y después cierra; por ende, no había datos del tiempo desde esa hora. Recién volvió a abrirse a las seis de la mañana del día siguiente. Una locura”, agrega.

Ciappesoni concuerda con el diagnóstico pero agrega que, debido a las inusuales características de la tormenta, se podría haber anunciado con veinte minutos de diferencia con la caída de la lluvia. “El radar de Pergamino que llega a La Plata no permite ver ciertas tormentas bajas, como fue ésta cuyos cúmulus nimbus (tipo de nubes) no superaron los 10 km de altura, cuando si se piensa en tormentas de más de 100 mm hay que pensar en no menos de 12 km de altura. Fue un fenómeno muy extraño”, concluyó. 

Con 392 mm, la lluvia de La Plata fue récord nacional

No es extraño que la catástrofe en la capital de la provincia de Buenos Aires sea la consecuencia de malas decisiones edilicias más la peor caída de agua en cualquier ciudad del país desde que se tiene registro, hace más de un siglo.

Como se puede ver en el gráfico, los picos de La Plata habían sido de menos de la mitad para un solo período de 24 horas. Y los anteriores récords nacionales habían sucedido hace décadas en dos ciudades de la provincia de Entre Ríos.

Además, la tormenta tuvo mucha variación local. En pocas cuadras, mientras la Universidad de La Plata registraba los casi 400 mm, la estación del SMN registraba menos de la mitad.