"Peregrinar a Luján es una metáfora de la vida. A veces tenés mucho impulso y andás rápido, otras no das más y pensás que no podés seguir adelante. Por momentos tenés que parar a descansar y pensar un poco en cómo continuar. Y siempre hay alguien que te ayuda cuando creés que estás solo. Caminar es como vivir".
Roxana comenzó a peregrinar en 1987, cuando tenía 17 años. Está haciendo la previa a la partida oficial vendiendo un disco, el de la música que se escucha en este momento a todo volumen en el patio de entrada de la Iglesia de San Cayetano, en Liniers. Por los parlantes suenan canciones que recuerdan, entre otros personajes, al padre Mugica, el cura villero montonero asesinado por la Triple A en 1974.
Roxana integra el grupo que trabaja en la Iglesia de la Santa Cruz, del barrio porteño de San Cristóbal, la misma donde en el año 1977 fueron secuestradas dos monjas francesas por un comando del ejército, y donde durante la última dictadura militar realizaron sus primeras reuniones varios grupos de familiares de desaparecidos. Lo recaudado con la venta del disco es para la obra que tiene la Iglesia en escuelas rurales.
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