SOCIEDAD
un caso complejo

Padres de alumnos del Buenos Aires debaten sobre el abuso y las tomas

A raíz del hecho conocido esta semana estalló una polémica que crece en chats y grupos de Facebook. El rol del rector Gustavo Zorzoli y el Centro de Estudiantes. Critican el manejo de los medios.

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Conmoción. La comunidad educativa del prestigioso colegio se dividió ante el hecho. Algunos apuntan contra el rector y otros, contra quienes “buscan demonizar la toma”. | temes

“Mi hija se está recuperando, pero me parece muy grave que el rector ponga en duda la palabra de mi hija y diga que hay que ver si no fue consensuado”. El padre de la chica de 14 años que denunció abuso por parte de un compañero de quinto año en el Nacional de Buenos Aires rompió el silencio el viernes a la noche, en una entrevista televisiva, y afirmó que su hija decidió publicar una carta en un grupo de Facebook “para que esto no le suceda a ninguna otra alumna, dado que ya hubo otros casos de abuso en el colegio”, disparó.

El padre, que aún no presentó la denuncia pero podría hacerlo mañana (ver aparte) dijo también que el colegio “no siguió el protocolo de la UBA en casos de violencia de género. Hablaron contradiciendo lo acordado con nosotros: preservar la identidad y la imagen de mi hija”, agregó. También explicó que la adolescente “tardó unos días” en poder contarle a él y a su mujer lo que había sucedido y que, cuando lo hizo, fueron  al Hospital Italiano para constatar la agresión: “(Allí) nos ofrecieron incluso la documentación como prueba para las acciones legales que había que iniciar”.

El hecho que trascendió este jueves desató la polémica entre los grupos de padres de los alumnos del tradicional colegio. PERFIL habló con varios de ellos, que no dudaron en apuntar, por un lado, a la responsabilidad del rector Gustavo Zorzoli en haber dado a conocer el hecho y por otro, a defender la legitimidad del derecho a las tomas, aunque coinciden en condenar la situación de abuso. Valeria Llobet, madre de una alumna de segundo año, aseguró: “Las situaciones de violencia de género no se explican por lo que sucede en una toma, se pueden dar en cualquier situación. Si lo que nos preocupa es que nuestros hijos estén solos de noche, entonces no podemos dejarlos ir a Bariloche o a bailar”. En relación al manejo de la situación por parte de las autoridades del colegio Llobet dijo que, desde el primer día de la toma, Zorzoli “estuvo mandando e-mails truculentos a los padres para que nos pongamos en contra de los chicos”.

“Me parece que hay mucha responsabilidad institucional, sobre todo en decidir que no haya personal no docente durante las tomas, yo tengo otra hija en el Lenguas Vivas y allí hay clases durante las tomas, el personal se queda hasta la noche; no es una condición de la toma que no haya autoridades”, afirmó. Según la mujer, fue “la comunidad educativa la que empezó a pedir cabezas y esas reacciones no protegen a nadie: buscan generar más conflicto y más violencia, eso me preocupa muchísimo como madre”.


Separar los reclamos. Por otra parte, Adrián, padre de un estudiante del colegio aseguró que está “en contra de las tomas como medida para llevar adelante un reclamo, pero no en contra de que los alumnos reclamen. Se trata de medidas extremas que tienen que tienen consecuencias serias para los chicos”.

Virginia, madre de dos estudiantes aseguró que “aún en pleno día el colegio tiene espacios en los que no hay nadie, los directivos, una vez que se enteraron de la toma, tendrían que haber tomados recaudos y, por ejemplo, cerrar estos sectores de la escuela y que la toma se concentre en la planta baja para evitar estos tipos de situaciones”.

En contraposición, otra madre de un alumno de quinto año, una psicóloga que pidió mantener su nombre en reserva, considera correcto el accionar de Zorzoli: “Las tomas no son un descontrol, los chicos tienen mucha organización, arman comisiones, no es un viva la pepa. No era un chusmerío. La mayoría de los padres nos enteramos por la circular que mandó Zorzoli. De todos modos, no se sabe bien qué pasó. Es un tema muy delicado. Se habla de abuso de confianza. Pero 14 contra 18 años es mucha diferencia”. En la misma línea, Andrea, madre de una alumna de quinto asegura: “Me preocupa que el rector diga que él no puede saber lo que pasa en toda la escuela cuando es su responsabilidad” y agregó: “Algo pasa cuando los chicos no eligen a los adultos de su entorno para contarle lo que les pasa. Me parece que como padres nos tenemos que preguntar cómo estamos acompañando a nuestros hijos, qué estamos haciendo mal”. “Las redes y los medios son quienes los están descalificando”, dijo otra de ellas.


Chicos más “adultos”

“La relación con las autoridades del colegio depende de cada momento. Hubo rectores que estuvieron muy cerca de los alumnos, otros que infundían un temor reverencial, u otros que fueron más progresistas en distintos momentos. En general, hay una distancia y no son tan accesibles, pero eso depende de cada momento y la personalidad de cada rector”, dice Alicia Méndez, autora del libro El colegio: la formación de una elite meritocrática en el Nacional de Buenos Aires.

En medio de un cruce de culpas públicas entre el actual rector Zorzoli y los miembros del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires, la experta asegura que, sin embargo, es importante “desnaturalizar eso de juntar toma con desorden. Es algo a leerse críticamente. Acá hay una cuestión ideológica; hablamos de chicos que son muy buenos auto-organizándose, son pensantes y con una conciencia política muy trabajada. Hay que ver qué están haciendo los adultos, dejándolos solos. Hay otros colegios donde los alumnos no se van de los establecimientos, ponen ciertas reglas. En el Nacional de Buenos Aires los dejaron solos”, dice.


Producción: Fernando Maldonado