¨Señores: les habla el capitán. Les pido disculpas pero tuvimos un inconveniente. Debemos esperar que nos vengan a auxiliar". De esta manera finalizaron los hechos que se desencadenaron en un vuelo Buenos Aires-Córdoba que estuvo signado por el fantasma de la tragedia del avión de Air France, ocurrida la semana pasada.
El periodista de Intrusos en el Espectáculo Pablo Layus relató en primera persona el clima que se vivió en un vuelo local, a una semana de que un avión de Air France desapareciera en medio del océano Atlántico con 228 personas. "Agradezcamos que estamos vivos", fue la frase que impactó al cronista apenas pisaron suelo cordobés.
Layus contó que el vuelo fue normal, "todo en horario y sin mayores problemas". Sin embargo, mientras el periodista se preparaba para abordar al avión en Buenos Aires, no pudo evitar escuchar una serie de ironías que, parecía, funcionaban para contrarrestar los nervios que se apoderaban de los pasajeros.
Un accidente menor. El cronista relató que una vez que aterrizó el avión en Córdoba, el piloto debía pegar la vuelta por la pista para llegar al edificio central del aeropuerto. Cuando lo hizo, el capitán "calculo más y termino en la tierra". Eso provocó un movimiento "brusco" hacia la izquierda y la nave quedó inmovilizada, lo que trajo zozobra entre los pasajeros.
De inmediato el capitán anunció que debían ser "auxiliados" porque quedaron atorados en la tierra y los pasajeros, entre preocupados y risueños, comenzaron a bromear sobre un acontecimiento que no pasó a mayores. ¨Este no puede manejar nada¨, ¨falto a la última clase¨, ¨menos mal que no es corredor de rally¨, ironizaron para no pensar en algo peor.