Si se armara una cumbre con los mejores bartenders, chefs y pasteleros del país, ellos estarían invitados. Cada uno tiene diferentes estilos y tradiciones, pero a la hora de opinar sobre la comida para las fiestas expresan muchas coincidencias. Un primer consejo es organizarse y no cocinar en el momento. También recomiendan apostar por las comidas frías y los postres con frutas. Y todos, hasta los más rupturistas, proponen reconciliarse con clásicos como el vitel toné, el arrollado de fiambre o la copa de langostinos, con reversiones actualizadas.
“No hay que padecer las fiestas. Si recibís en tu casa, que no sea un estresazo”, dice Juliana López May. “Hay que planificar y calcular bien la comida según los invitados. Es importante que haya variado, pero poco de cada cosa. No todos comen de todo. Si van a armar el clásico huevo o tomate relleno, calculen uno por persona, y sin contar a los niños. A mi hijo más grande le gusta todo, al otro nada. Por eso los chicos deben calcularse aparte”, agrega.
Martín Molteni, chef de Pura Tierra, sugiere para los que no están muy familiarizados con la cocina hacer un pollo al horno, relleno con hierbas y rodajas de limón. “Servirlo frío y trozado, con una ensalada con alguna rica mozzarella, tomates cortados en cuartos, trozos de melón, de ciruelas remolacha y amarillas, un poco de rúcula encima a último momento, aceite de oliva extra virgen, sal y pimienta”.
Germán Martitegui cuenta que pasará la Navidad en Tegui, su restaurante, pero para los que festejan en casa recomienda: “Adaptarse al verano, hacer cosas frescas. No estresarse y cocinar entre muchos, que tiene que ver con el espíritu de las fiestas”.
Para Pablo Massey, en la mesa festiva no puede faltar la clásica pavita, “un sinónimo de unidad familiar y de celebración. También creo que es un buen momento para hacer un restyling de la copa de langostinos, palmitos y salsa golf. ¡Un clásico argentino!”. Osvaldo Gross coincide. “Me gustan los platos tradicionales, las carnes frías con salsas de atún estilo vitel toné. Los arrollados con jamón, queso, tomate y palmitos están siempre presentes. Y por supuesto muchas ensaladas”.
Joaquín Grimaldi, Pastry Chef del Four Seasons, recomienda como postre “las tartas de fruta, puede ser durazno, ciruela o cereza. Y los duraznos asados, servidos con merengue de almendras y yogur”.
Tragos. Los cócteles son una parte fundamental del festejo. Para la bartender Inés de los Santos, que acaba de diseñar la carta de Williamsburg Burger Bar, es ideal dejar el trago listo para recibir, o incluso para llevar si son invitados. “Un buen Negroni es una opción infalible para tener preparado. Se hace con tres partes iguales de gin, vermú dulce y bitter italiano, servir con hielo y rodajas de naranja”, aconseja.
Para aquellos que no estén muy cancheros a la hora de preparar tragos, Tato Giovannoni, creador de Florería Atlántico, recomienda “no utilizar muchos ingredientes ni abusar de los destilados. Encontrar un equilibrio donde un producto no supere al otro y convivan en armonía”.
Fede Cuco suma algunos detalles importantes. Para él la clave de un buen trago está en el equilibrio y la proporción. “Si van a hacer un gin tonic, es importante ponerle muchísimo hielo y mantener una proporción de tres partes de bebida alcohólica, por siete de bebida sin alcohol”, asegura. Y hace una mención especial al hielo, al que considera “el alma del cóctel”. “No hay mejor hielo que el que se prepara en casa, hecho con agua de calidad (mineral o filtrada). Esto no es un detalle menor: el mal hielo puede arruinar el sabor de un trago”.