El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y la canciller Susana Malcorra anunciaron la creación del programa Global Entry. un programa de la autoridad estadounidense de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), el cual permite acelerar el proceso de admisión migratoria a viajeros preaprobados y de bajo riesgo a su llegada a los Estados Unidos.
Costará 100 dólares y tendrá una duración de cinco años. Con esto se apunta especialmente a los viajeros internacionales frecuentes, pero no hay un número mínimo de viajes necesarios para calificar. Aquellos que obtengan el beneficio podrán entrar a Estados Unidos mediante máquinas automáticas ubicadas en aeropuertos seleccionados, entre los cuales se encuentran aquellos a los cuales existen vuelos directos desde la Argentina (Miami, Nueva York, Houston y Dallas).
El cambio de sistema no implica todavía que los argentinos dejen de necesitar visa para ingresar a los EEUU: todavía será obligatorio realizar el trámite para viajar.
En los aeropuertos, los miembros del programa accederán a las máquinas de Global Entry, donde ingresarán sus pasaportes y huellas dactilares para un escaneo de reconocimiento, además de completar una declaración de aduana. Al concluir el trámite se entregará un comprobante de la operación.
Para poder utilizarlo, quienes viajen deben estar preaprobados en el programa Global Entry, para lo cual antes deben someterse a una verificación de antecedentes y una entrevista personal.
Quienes quedan exentos. No podrán utilizar este programa aquellos que hayan mentido durante el proceso de aplicación, quienes tengan antecedentes penales, enfrenten procesos penales, hayan violado leyes aduaneras o las personas estén bajo investigación de una agencia federal, estatal o local en los Estados Unidos.