SOCIEDAD
Entrevista

Quiénes son los "dueños de Internet" y cómo dominan nuestra información

La periodista tecnopolítica Natalia Zuazo analiza a las grandes corporaciones de la tecnología y la información para contarnos cómo se generó su poder.

Natalia Zuazo, autora de Los dueños de Internet.
Natalia Zuazo, autora de Los dueños de Internet. | Alejandra López / Prensa Penguin Random House

Con una pormenorizada investigación, la periodista tecnopolítica Natalia Zuazo desentrañó el poder detrás de las empresas que dominan Internet. La imagen de que Internet es un terreno absolutamente libre y anárquico ya quedó en el pasado dado que son cada vez más quienes buscan poseer la información publicada y además, quienes quieren regularla.

Para entender este complejo proceso entre plataformas, medios, y usuarios, PERFIL se comunicó con Zuazo, socia y directora de una agencia digital orientada a la política, medios y organizaciones públicas y privadas. La periodista acaba de lanzar "Los dueños de Internet", publicado por Debate.

—Una gran parte de la opinión pública tomó mayor conciencia del uso de los datos y de la privacidad en Internet luego del caso Cambridge Analytica y Facebook. ¿Cuáles son las consecuencias de este proceso?
—En realidad lo que pasó con los datos de Facebook usados por Cambridge Analytica no fue una filtración, es un modus operandi de estas empresas que se nos presentan como red social, pero son una empresa de publicidad. Cómo funciona el esquema: hacen perfiles detallados de cada persona a través de cada click que hacemos. Esto les permite obtener perfiles muy detallados de cada uno. Esos datos que les damos a las plataformas, se los damos voluntariamente al aceptar los términos y condiciones.

A veces estas empresas comparten sus datos con terceras empresas. Lo hacen a través de apps engañosas como "test de personalidad". Mientras tanto, Facebook va ganando plata con la publicidad. La empresa de Zuckerberg se comenzó a preocupar cuando tras una investigación periodística, se denunció que los datos no eran utilizados para los fines prometidos. Se violaron normas. Hoy hay un poco más de conciencia. Y se sumaron reglamentaciones como la de la Unión Europea que penaliza a las empresas con multas sino respetan los derechos de las personas. En California se está discutiendo algo similar.

"Ahora la tecnología le dicta a los gobiernos qué hacer. Estas empresas tienen como regla la autoregulación"

—¿Cómo lograron empresas como Facebook, Google, Microsoft y hasta Uber convertirse en verdaderos gigantes de la información?
—A diferencia de otras empresas y monopolios, estas nuevas firmas tienen como característica que generan una innovación en un sector de la economía. Y se posicionan como los líderes en ese mercado y lo alimentan con datos. El crecimiento se genera con datos que los hace cada vez más grandes, por eso la forma para combatirlos es distinta a la de otros monopolios tradicionales.

—¿Cómo se llevan la política, el poder y la tecnología?
—Estamos en el momento de la relación en que la tecnología volvió a tener más importancia que la política. El Estado fue un gran innovador, con elementos como el GPS, Internet y otros. Todos fueron promovidas por desarrollo estatales. Ahora la tecnología le "dicta" a los gobiernos qué hacer. Estas empresas tienen como regla la autoregulación. Y por otro lado, cuando se crean leyes, sus equipos de lobbystas intervienen en las discusiones para oponerse, aunque públicamente defiende la democracia. Pero en las discusiones privadas, estas empresas se oponen a las leyes y obstaculizan las regulaciones. Pero no hay otra manera de hacer distribución del discurso si no hay regulación.

—¿Los algoritmos de estas empresas se están volviendo cada vez más poderosos?
—Los algoritmos hoy están en todas partes de nuestras vidas. Son fórmulas matemáticas que ordenan las decisiones de los programas, pero deciden cada vez más en los aspectos de nuestras vidas. El gran problema contra los algoritmos es que son creados por las empresas con una lógica de eficiencia económica, pero les está faltando una lógica ética y política. Un algoritmo puede tener sesgos negativos para la sociedad. A veces, tras consultar Big Data con un algoritmo que analiza una serie puntuales de variables, se le puede negar o no un crédito a una persona por esto, o hasta se le puede dar trabajo a una persona por variables detectadas como a qué distancia vive del trabajo.

—Estos gigantes de Internet de los que venimos hablando parecen haberse adueñara de la publicidad digital: ¿cómo se hace para competir contra Google y Facebook?
—Hay dos maneras, yo trabajo en estrategia digital, me dedico a asesorar medios y personas y ya sabemos cómo mejorar: que es hacer contenidos de calidad. En algún momento se dejó de hacer contenido de calidad, si se hace clickbait o no. Por otra lado, los empresarios de medios deberían plantearse como hacer estrategias digitales y lograr buen contenido digital. Tal vez esto se olvida en el fragor del día, y los empresarios se olvidan del rol de los medios, porque hubo muchos cambios y la competencia es muy grande. Hoy el poder lo tienen que repartir. Hay que pensar que uno no es tan importante como antes, que el espacio y la información se comparte con otros, y los lectores también tienen un poco más de poder que antes. Los medios tienen que salir del lugar egocéntrico, sino esto puede provocar que se quede atrás.

"Hay que se cautelosos, no hay que estar en contra de tecnología, sino dar un paso atrás y ver qué y cómo lo usamos"

—Respecto de esa idea de que debemos capacitarnos para trabajos del futuro que aún no existen, ¿cómo se hace para ser emprendedores en una internet tan competitiva y al mismo tiempo tan concentrada en unos pocos empresarios?
—Reforzando los contenidos fundamentales, aprendiendo a escribir matemática profundamente. Pero igualmente esa idea es parte del discurso de las corporaciones y no es verdad. Hay procesos de automatización que se están dando en algunos trabajos. Para competir se necesita una educación en profundidad, no menos educación. Hay que recurrir al pensamiento. Por otra lado, en la historia, nunca supimos cual va a ser el trabajo en diez años.

—Tanto Apple como Microsoft parecen estar obsesionados con la educación, ¿es por altruismo y filantropía o se esconde algún tipo de estrategia por detrás?
—Hace tiempo que la educación es un gran negocio. Ganan mucho dinero por que los gobiernos tercerizan. Al mismo tiempo se generan políticas para complacer a los productos de esas empresas. Estas empresas pueden generar una fidelización de sus clientes desde chiquitos. Por otro lado es una forma de comenzar a hacer negocios con el Estado. Todas las empresas tienen programas de filantropía y todas ganan además a través de empresas offshore.

—Décadas atrás se nos advertía de la influencia de la publicidad televisiva sobre nuestra voluntad. Ahora el Big Data parece estar al servicio de la publicidad en internet. ¿Esto llegó para solucionarnos la vida o para complicarla?
—Ni una cosa ni la otra, es una respuesta que a nadie le gusta. Hay una frase que dice que la tecnología no es buena ni mala ni neutral. La responsabilidad es nuestra decisión, y es individual. Hay que pensar hasta donde no recordaremos este momento de la humanidad como un momento en que fuimos esclavos de las maquinas. Claro, hay cuestiones de seguridad pero también otra cuestión más social. No hay que perdernos de los vínculos sociales por estas herramientas tecnológicas como las redes sociales. Asimismo, ayudan a generar otro tipo de vínculos que no son necesariamente malos. Hay herramientas que sirven inclusive para acciones colectivas. Hay que se cautelosos, no hay que estar en contra de tecnología, sino dar un paso atrás y ver qué y cómo lo usamos.