El juez Horacio Piombo, cuestionado por un fallo que redujo la pena al violador de un niño de seis años porque la víctima “era homosexual”, renunció a su cargo.
El magistrado integraba la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires y había tomado la polémica decisión junto a otro juez, también cuestionado, Benjamín Sal Llargués.
Por el repudio que generó el fallo, Piombo ya había sido expulsado de la Facultad de Mar Del Plata y luego abandonó su cátedra en la Universidad Nacional de La Plata, justo cuando el Consejo Académico de esa casa de altos estudios analizaba el pedido de los estudiantes para iniciarle un juicio académico por reducir la pena al violador del menor.
El funcionario judicial justificó su decisión al sostener que se trató de “un chiquito que fue ultrajado y llevado a las cosas más infectas desde el punto de vista social por su padre” el cual “ya fue juzgado en otro proceso, que no lo tenemos nosotros”, y agregó: “Cuando viene la causa, es otro individuo que tuvo tocamientos impúdicos y cosas asqueantes con el nene”.