Un escenario perfecto y tal como lo imaginaron los novios: primero, la ceremonia civil, hace dos semanas, en una delegación porteña y seguido de una comida que, para una familia tan numerosa, lejos está de catalogarse de “íntima”. Y ayer, finalmente, el momento más esperado, la boda en la iglesia principal del pueblo de Roque Pérez.
A las 13 de ayer y con la convocatoria espontánea de muchos lugareños que se ubicaron frente a la puerta principal de la iglesia, comenzaron a llegar muchos de los invitados que en minutos colmaron el templo. Media hora después llegó Agustina Blaquier Taquini, quien descendió con su padre Carlos “Charlie” Blaquier de un discreto Mercedes Benz. Antes de ingresar, Gino Bogani y su asistente acomodaron la extensa cola de tul que formaba parte del sobrio vestido que el diseñador creo para la novia. Bogani también vistió a casi todas las mujeres de la familia Blaquier: la madrina, la abuela paterna y varias tías de Agustina.
La ceremonia fue completa: misa de esposansales, bendición papal, estupendo coro y, además, una canción a la Virgen María que interpretaron los amigos de colegio del novio Bernardo Loitegui.
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