Siete de cada diez ciudadanos acusó impacto de los aumentos tarifarios generados en los servicios de luz y gas, a partir de la decisión del Gobierno de reducir los subsidios a los precios de estos sectores.
Así, a pesar de que el Gobierno asegura que los ajustes solo afectan a 30 por ciento de la población, la percepción del público va en sentido contrario, y 73 por ciento de personas consultadas afirmó que se siente afectada por los aumentos de servicios como gas, luz, además de expensas y colegios.
Casi un tercio de la gente remarcó que estos incrementos le influyeron mucho, y 6 por ciento dijo que alteraron totalmente el presupuesto del hogar. Estos resultados corresponden a un estudio comparativo sobre la percepción de nivel de consumo de la población realizado por la consultora Neder.
"La peor situación se dio en junio, sobre todo en el segmento de nivel bajo", sostuvo Silvina Neder, fundadora y directora de la consultora.
El estudio también abordó la percepción que las personas tienen sobre las actitudes que toman las empresas y las marcas para afrontar la crisis, cuáles son las categorías de producto dónde más se notan los cambios; y cómo afectan estas actitudes a distintos estratos sociales.
"Creció la proporción de personas que opina que las empresas se defienden de la crisis, que aumentan los precios, achican los envases o bajan la calidad de sus productos", afirmó Neder.
Los alimentos constituyeron la categoría donde más se notaron estos cambios.
"La gente valora a las empresas alimentos y lácteos por hacer un esfuerzo para mantener los precios. Sin embargo, estas categorías son también las más criticadas por bajar la calidad o achicar las presentaciones", destacó la especialista.
También fue notorio el reclamo por resignar calidad que se les hace a los artículos de cosmética y limpieza, a la indumentaria y a las bebidas, y a que los envases son más chicos.
Fuente: DyN