El ministro de Interior, Aníbal Fernández, no descarta "ninguna hipótesis" en el caso de la desaparición de Jorge Julio López, el albañil torturado por Miguel Etchecolatz en 1976 y desaparecido desde el lunes último.
El caso "preocupa" al Gobierno, porque "tiene sitiuaciones particulares que nos hacen mirarlo con prudencia", dijo Fernández al dialogar con la prensa tras el encuentro que mantuvo esta mañana con el secretario de Seguridad bonaerense, León Arslanián.
Por eso, se decidió elevar a 200 mil pesos la recompensa para quien aporte datos sobre su paradero. Anoche, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, firmó un decreto en el que ofrecía 50 mil.
La policía científica sigue analizando el cadáver calcinado hallado en Ensenada. La aparición de este cuerpo conmocionó a familiares de López y a integrantes de organismos de derechos humanos.
Sin embargo, fuentes de la fiscalía que investiga el hallazgo informaron que se trata de una persona de entre 30 y 50 años, por lo que no sería el de López.
Los organismos de derechos humanos marchan este mediodía hacia la casa de Gobierno de la provincia y mañana a las 17 repetirán la medida, esta vez hacia el Palacio Municipal.
López tiene 76 años, y prestó testimonio sobre su secuestro, llevado a cabo en octubre de 1976 por una "patota" que integraban, entre otros, Etchecolatz. Estuvo detenido en los centros clandestinos Destacamento policial de Arana, "Pozo de Arana", y Comisaría Quinta de La Plata. Su testimonio fue clave para que se condenara a reclusión perpetua al represor, porque fue él quien lo reconoció como su torturador.
El martes debía presentarse a presenciar los alegatos de la querella, pero no apareció. Ante esta situación, que se prolongó hasta hoy, se realizó la presentación de un Habeas Corpus, denuncias en diferentes organismos estatales y se está llevando a cabo una ardua búsqueda en la ciudad de La Plata.